Todos los partidos y organizaciones políticas con entidad están preparando su campaña para ganar las elecciones y coger el gobierno en sus distintas instituciones. Se abrirá el periodo con Andalucía; Susana Díaz ha visto oportuno, antes de que Podemos se organizara mejor y con IU descolocada, convocar elecciones autonómicas anticipadas.
Estas primeras elecciones marcarán las demás; por el número de electores se verá la fuerza de los partidos de izquierda y el deterioro del PSOE y del PP. Veremos la opinión de la población que con toda probabilidad va a castigar al PP y a la derecha en todos los comicios. Lo cual es muy importante.
Si hay una victoria de las fuerzas de izquierda, donde mucha gente ha puesto sus ilusiones, y nos referimos a Podemos e IU, puede permitir agrupar a las clases trabajadoras y populares para la lucha apoyándonos en su moral. Puede también servir para darse cuenta de que ciertas ilusiones en la democracia capitalista no llevan a nada. En este caso tenemos que luchar por organizar, movilizar y apoyar todas las luchas contra los despidos, cierres de empresas, desahucios etc., que aparezcan.
Sin embargo, hasta ahora no ha habido una fuerza política de trabajadores con entidad que haya propuesto un futuro comunista o socialista cambiando radicalmente el sistema capitalista. Tampoco la propuesta de reivindicaciones y objetivos prioritarios contra el desempleo y los despidos, por el control obrero de las empresas, la apertura e investigación de los libros de contabilidad y la expropiación del sistema financiero.
Y lo más importante, ninguna fuerza que se reclama de la izquierda, denuncia el sistema democrático capitalista y aboga por la movilización y la lucha para organizar a los trabajadores y frenar el deterioro social de nuestro país. La campaña por las elecciones permite expresar las ideas comunistas, combatir las ilusiones y llamar a los trabajadores a la movilización denunciando la democracia capitalista y sus engaños. Por ello es necesario ayudar a construir una fuerza de izquierda trabajadora con un programa socialista que pueda utilizar el periodo electoral para llegar a la gente trabajadora.
Si las elecciones permiten expresar una opinión, difundir ideas, no permiten sin embargo cambiar la relación de fuerzas con los capitalistas. Para ello las únicas armas son las movilizaciones y las huelgas. Sólo de aquí puede surgir un verdadero cambio.