Huelga general en el país vasco, por las pensiones y un trabajo y vida dignas para todos

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Febrero de 2020

Miles de personas han recorrido las calles de Euskadi reivindicando pensiones y trabajo digno. La huelga que había sido convocada por los sindicatos nacionalistas ELA-STV y LAB, sindicatos tradicionalmente ligados el primero al PNV y el segundo a Herri Batasuna y la CNT tuvo cierta incidencia en los sectores públicos de la sanidad y educación, menor en otros sectores.

Sin embargo las formas de la convocatoria, el ámbito de ella y el nacionalismo, ha dividido las fuerzas y la incidencia a sólo el País Vasco.

La CGT, por ejemplo, no convocó la huelga porque, aunque de acuerdo con los lemas, criticaba el que los nacionalistas reivindicaran “un marco propio de relaciones laborales” la carta social de Euskalherria, y dejaran en la estacada una reivindicación del movimiento de los pensionistas que exige la eliminación de las bonificaciones a los fondos de pensiones, fondos buitres para enriquecimiento de la banca y el sistema financiero.

Por ello el movimiento de pensionistas del País Vasco no apoyó en su totalidad la huelga. Además UGT y CCOO, cosa que entra en su normalidad, no apoyaron la movilización porque no veían “conveniente” convocar huelga con un “gobierno de izquierdas”, que estaba abierto a la negociación como muestra el último acuerdo de subida del SMI.

Por otra parte hubo concentraciones en apoyo de las pensiones públicas y trabajo digno en las principales ciudades del país. En Madrid, Barcelona, Sevilla…, fueron convocadas concentraciones en apoyo de la huelga, concentraciones organizadas por los sindicatos CGT, CNT, y Cobas, apoyadas por los grupos políticos de la izquierda revolucionaria.

Es un hecho positivo que miles de personas se movilicen en apoyo de pensiones públicas y condiciones de trabajo dignas. Es un ejemplo necesario para extender las luchas y movilizaciones porque en la unión obrera está nuestra fuerza. Sin embargo el nacionalismo en las filas obreras es un factor que divide esta solidaridad que tiene que tener la clase trabajadora para vencer.

Creer que un marco propio de relaciones laborales en cada autonomía o pueblo del Estado español significará un beneficio es un error. Nos hará más débiles y provocará nuevas poltronas para la burocracia sindical.

Esta huelga ha sido un paso adelante. Ha señalado el camino para todo el movimiento en España. Pero para que sea efectiva debe hacerse en todo el país, en todo el Estado porque ahora con el nuevo gobierno tiene que haber esa lucha que empuje para obtener nuestras reivindicaciones que no son más que una vida digna para toda la clase trabajadora. Esto no significa que haya que esperar a que se convoque en todo el país, sino simplemente que la convocatoria se haga con la confluencia y el acuerdo mayoritario para todo el Estado.