El 18 de octubre, el ejército israelí mató a Yahya Sinouar, jefe militar de Hamás en Gaza, jactándose de haber «eliminado al cerebro de los atentados del 7 de octubre». El hecho de que hayan necesitado todo un año para matarlo nos habla de la capacidad de resistencia de Hamás y que goza de apoyos entre la población palestina. La eliminación de Sinouar ha sido presentada durante un año por Netanyahu y su gobierno como la principal justificación de la masacre de gazatíes. Pero ahora, lejos de poner fin a la guerra, la perpetúa. Netanyahu y su camarilla no tienen ningún interés en acabar con el genocidio, hasta tener el camino completamente expedito y recolonizarlo.
Desde el norte de la Franja de Gaza hasta Baalbek, en el valle de la Bekaa, pasando por la ciudad de Beirut y por todas las tierras del sur del Líbano, vemos parte de los horrores indescriptibles perpetrados por el ejército israelí: bombardeos de hospitales y de viviendas, de gente a las que se les ordena amontonarse en zanjas antes de ser ejecutados sumariamente, y todo ello con el telón de fondo de una hambruna planificada.
Israel lleva décadas intentado acabar con la población palestina, robando tierras, encar-celando y masacrando a todo un pueblo mientras el mundo observa. Casas, escuelas, hospitales, mezquitas, iglesias, universidades y un larguísimo etc. son las infraestructuras civiles que ataca Israel, ahora también en el Líbano porque mientras intenta acabar y fragmentar al pueblo palestino, quiere atemorizar al libanés. Toda esta muerte y desolación coincide con la aprobación de dos leyes en el Parlamento de Israel que prohíben las actividades de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés): no quieren a los observadores cerca.
La masacre del pueblo palestino y con la misma impunidad del pueblo libanés, sigue en aumento día tras otro con el apoyo de los gobiernos estadounidense, pero también con la complicidad de las principales potencias europeas; mientras fingen querer la paz, financian y arman –sobre todo EEUU- el genocidio contra el pueblo palestino. ¡Basta ya!