Los trabajadores de Tubacex cumplen más de 200 días de huelga después de que la empresa anunciara un ERE para 129 trabajadores. Gracias a la movilización de los obreros, se consiguió llevar al Tribunal Superior de Justicia de Euskadi este caso. Finalmente, el TSJ tumbó los despidos de los 129 trabajadores, declarando el ERE nulo y exigiendo a la empresa la readmisión de todos sus empleados.
Aunque la empresa, en un principio, recurrió al Supremo esta sentencia, al final se ha echado atrás. Los trabajadores exigían la retirada de este recurso por la empresa antes de poner fin a la huelga.
La dirección de Tubacex y la mayoría del comité de empresa han firmado un acuerdo, a propuesta del Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, en Vitoria, aunque para ello deberá ser ratificado por la plantilla.
La empresa retirará el recurso, nadie saldrá despedido, pero a cambio la plantilla tendrá un incremento de jornada de trabajo de 40 horas anuales, durante 3 años.
Tubacex ya llevó a cabo dos Erte, uno en abril y otro en octubre del año 2020, con la excusa de falta de carga de trabajo. Elevar ahora el número de horas de trabajo para la plantilla requiere además que esa carga de trabajo se materialice con inversiones por parte de la empresa.
Transcurridos 233 días de huelga, los trabajadores han conseguido una victoria, que es la readmisión de los 129 despedidos que la empresa quería dejar fuera. Los trabajadores de Tubacex son un ejemplo de que cuando la clase trabajadora se une y lucha, puede conseguir grandes mejoras.
Este es el camino que se debe seguir. Si se extiende la lucha a todos los tajos y fábricas, la clase trabajadora unida puede parar estos despidos y los que vendrán, imponiendo la prohibición de los despidos.