Artículo de “Workers Fight.Org”
El lunes, es decir, el primer día de la escalada israelí contra el sur de Líbano, la BBC decidió invitar a su estudio a la embajadora israelí para que explicara su punto de vista.
La ultraderechista “Tzipi” Hotovely, conocida por su apoyo histérico a la línea de Netanyahu, afirmó, sin ser cuestionada, que la escalada de las FDI (a estas alturas ya han muerto más de 500 civiles libaneses) estaba “absolutamente” justificada ya que “ningún país del mundo podría tolerar lo que Israel ha tenido que afrontar por parte de Hezbolá”.
Esto, cuando hace menos de una semana, el Mossad -el servicio secreto israelí- había organizado un ataque terrorista premeditado contra los trabajadores del partido Hezbolá -y contra cualquiera que se encontrara cerca de ellos- haciendo explotar sus buscapersonas, walkie talkies, radios e incluso algunos paneles solares… Un ataque conscientemente diseñado para arrancar ojos, destrozar manos, eviscerar, mientras la víctima seguía viva. ¿Qué nivel de depravación implica eso por parte del autor? Pero, por supuesto, una depravación similar ya se ha puesto de manifiesto durante casi 12 meses en Gaza.
Y sorpresa, sorpresa, ni un solo político occidental destacado (¡desde luego no el protosionista Keir Starmer!) ha condenado a las fuerzas israelíes por este terrorismo. A Hotovely se le permitió, sin contradicción alguna, dar así la vuelta al mundo y salirse con la suya con su propia apología psicópata del régimen psicópata de Netanyahu.
¿Qué dice eso de los medios de comunicación británicos, de su clase política; de la clase dominante, y de la clase capitalista que hay detrás de ellos, en el poder sobre el resto de nosotros?
¿No volver a la austeridad?
Así que sí, esta sangrienta escalada en Oriente Medio es el contexto internacional de la conferencia laborista de esta semana. Hizo que la postureo y blanqueamiento de Rayner, Reeves y Starmer (entre otros), que estaban muy cómodos y confiados, fueran particularmente desagradables de ver.
Y el problema no es sólo su compromiso de apoyar la guerra en el extranjero. Es el compromiso de librar la guerra de clases en casa en nombre de las empresas británicas lo que está en cuestión.
Sí, al mismo tiempo que afirman ser la verdadera voz política de los trabajadores enumeran todas las cosas que “empezarán” a cambiar. Por supuesto, tienen a los líderes sindicales a bordo: ¡una tarea siempre fácil, ya que todo lo que estos altos burócratas realmente quieren es ser tratados como si fueran “alguien”!
Reeves, con su cara sonriente de plástico, dijo a la conferencia lo que quería oír: que “no habrá austeridad”. Sólo hay que esperar, dijo, “su” (¡personal!) ambición iba a hacer crecer la economía (¡hurra!), es decir, el beneficio privado, que al parecer de alguna manera (no se explica) daría lugar a “cambios”.
Pero como comentó la líder sindical de Unite, Sharon Graham, la “austeridad” ya ha empezado… Los líderes laboristas pueden haber empujado la resolución para recortar la ayuda al combustible, ¡pero no han eliminado este recorte de la conciencia de nadie!