Los trabajadores de OTIS llevan en huelga desde el pasado 22 de noviembre y tienen prevista mantenerla hasta el 9 de diciembre si no se resuelve el conflicto que sufren.
Sus reivindicaciones se basan en un deterioro de sus condiciones laborales, 27 despidos sin ningún tipo de justificación en 2021 y 18 en 2020, lo que ocasiona más carga de trabajo e inseguridad y menos jubilaciones. Los trabajadores de OTIS llevan dos años peleando por una serie de mejoras en su convenio colectivo, como la prohibición de los despidos, subidas salariales de acuerdo a los beneficios empresariales y la recuperación de la flexibilidad horaria o el cumplimiento de objetivos, entre otros, que no se respetan desde la reforma laboral de Rajoy en 2012.
A pesar de la pandemia, OTIS ha mantenido su nivel de beneficio y, este año, la empresa ha anunciado una nueva etapa de crecimiento, superando incluso los ingresos respecto al 2020. A pesar de ello, la empresa ha anunciado la eliminación de la sección de montaje, y los trabajadores ven peligrar sus empleos. Como siempre, la patronal busca empeorar las condiciones de sus trabajadores aun cuando no hay pérdidas.
Los derechos de los trabajadores han de defenderse, porque cuando unos pierden, el resto de la clase trabajadora también. Los trabajadores del metal de Cádiz nos indican el camino para arrinconar a la patronal y conquistar mejores condiciones en el mundo del trabajo. No importa el sector en el que trabajemos, sus luchas son las nuestras y las mejoras de otros trabajadores nos benefician a todos. Pero es necesario que las luchas se extiendan, dando lugar a una huelga masiva de los trabajadores de todos los sectores. Ahora y siempre decimos: ¡Qué viva la lucha de la clase trabajadora!