Dos gigantes de de la banca han presentado ERE para sus plantllas . Se trata de Santander y La Caixa.
El Santander compró el banco Popular el 7 de julio de 2017, tras un período de debacle bursátil, por un euro. Con ello se evitaba su quiebra pues venía acarreando pérdidas millonarias y sus acciones iban en caída libre desde 2007.
Para cubrir el capital y las provisiones, requeridas para reforzar el balance del Popular, el Santander pidió a sus inversores 7000 millones para ampliar su capital y les prometió una rentabilidad entre 13 y 14% de la inversión.
Debido a la caída de las operaciones del negocio bancario, por efecto de una crisis que no termina, esas expectativas solo pueden mantenerse reduciendo un 50% los costes totales. Es decir, deshacerse de trabajadores para que esos inversores recuperen con creces el dinero aportado para la compra del Popular.
Ese ERE anunciado por el Santander dejará en la calle a unos 3700 trabajadores y cerrará más de 1000 oficinas en toda España. Las comunidades más afectadas serán Madrid, Andalucía y Cataluña. Según el propio banco, prácticamente todas serán bajas voluntarias y prejubilaciones.
Ana Botín a rebajado las expectativas que planeaban acerca de las condiciones, quedando éstas peor paradas que las que ofreció en su anterior plan de ajuste que afectó a los servici0s centrales el pasado año.
En esa ocasión se adhirieron 1100 trabajadores. Estos obtuvieron el 80% de su salario base, una prima por desvinculación voluntaria y favorables condiciones de financiación en caso de que decidieran abordar alguna operación financiera.
Ahora, las salidas voluntarias para quienes tengan 52 años o menos obtendrían 33 días por año, con un máximo 18 mensualidades. Para 62 años o más el tope sería de 12 mensualidades.
Además, las prejubilaciones a partir de los 55 años con entre el 65% y el 70% del salario pensionable, que es inferior al que percibe en total el trabajador.
Como se vé, la racanería está servida, a pesar de los beneficios millonarios obtenidos.
Los 300.000 accionistas con que contaba el Popular y los titulares de bonos subordinados y bonos convertibles perdieron toda su inversión. Esta pérdida del dinero de muchos pequeños inversores la justifican, diciendo, que era preferible a un rescate con dinero público. Mientras que los ahorradores, depositantes o inversores en fondos gestionados por el Popular no tendrán ningún problema con su dinero.
Por su parte, La Caixa también anunció un ERE que afectará a más de 2 mil trabajadores en toda España, en esta ocasión, con unas condiciones de salida mejores que las ofrecidas por el Santander.
La banca juega al gran casino con el dinero de las familias y clases trabajadoras, pues se trata de los negocios que los bancos hacen con el dinero de todos. Sufragamos con nuestro dinero sus negocios y expolios en todo el mundo. Si ganan, el beneficio es para ellos. Si pierden, los perjudicados somos la clase trabajadora.
Desde la crisis, empresas y bancos no han parado de ejecutar EREs. Proclaman la bonzanza de la economía a la luz de sus beneficios. Unos beneficios obtenidos a costa de la clase trabajadora.
¿Siguen diciendo que no hay crisis?