Los sanitarios del SAS no pueden más: a pesar del anuncio de la Junta de contratar a más personal, el pasado miércoles 26 de junio hicieron un día de huelga sanitarios y personal de administración, para exigir que se cumplan los acuerdos firmados y ante lo que califican de “colapso” asistencial.
La huelga fue un éxito a pesar que la derecha, en la Junta de Andalucía, niega la mayor y minimizan el seguimiento de la huelga a un 4,5%, a pesar del 75% dado por los sindicatos. “Esta huelga es por el bien de todos” son carteles que se han visto en numerosos centros de salud, por todas partes.
Esta huelga es la primera que le hacen a Moreno Bonilla, presidente por el PP del gobierno andaluz, el cual, como todas las comunidades autónomas, tiene transferidas las competencias en Sanidad. Y es por ello que echa balones fuera culpabilizando del deficiente funcionamiento de la sanidad andaluza, al gobierno central, y reclamando más financiación a Pedro Sánchez. Antes de llegar a la huelga, los sanitarios han estado meses y meses de protestas y movilizaciones, pero la Junta mira para otro lado.
La falta de personal es uno de los principales problemas de toda la sanidad, no solo de la andaluza. La bolsa de empleo no se está actualizando, desde 2021. El desarrollo de la carrera profesional, que permite mejorar las retribuciones del personal del SAS, y el complemento por rendimiento (CRP) siguen estancados. Las listas de espera quirúrgicas, la cada vez mayor cantidad de dinero para la privada en detrimento de la pública, el incumplimiento de los acuerdos, la falta de sustituciones, el cierre de centros y servicios en verano… todos estos y más motivos son suficientes para decir que hace ¡falta ya una huelga general!