Un proyecto de ley para legalizar el aborto se está debatiendo desde hace unas semanas en el parlamento argentino. Ha recibido un fuerte apoyo popular: el 6 de marzo la manifestación de los partidarios del derecho al aborto fue masiva, triplicando la participación en comparación con el año 2016.

Hasta ahora desde las instituciones siempre habían dado largas sobre esta cuestión. La presidente peronista Cristina Kirchner, si legalizó el matrimonio homosexual, había dado marcha atrás al respecto.

Si este proyecto de ley no se ha visto enterrado desde el primer momento como solía pasar hasta ahora, es porque desde el 2015 existe una fuerte movilización de las mujeres en torno a la campaña “Ni una menos” contra las violencias a las mujeres.

Los diputados de la extrema izquierda del FIT, Frente de Izquierda de los Trabajadores, están en primera línea para defender ese derecho en el parlamento. Ya veremos si la ley se llega a aprobar, pero todo apunta a que, por primera vez, la mayoría de la opinión pública le es favorable.

Teniendo en cuenta el peso reaccionario de la Iglesia católica, y las posturas públicas del presidente Macri y del mismo Papa en contra del proyecto, aquello ya es, de por sí, una victoria.