Hace escasos días nos hemos enterado de que la Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado las tres diligencias de investigación que se habían abierto contra el rey emérito Juan Carlos I. Tras más de dos años en los que se iban a investigar sus actividades económicas por si había indicios de delito esta Fiscalía da carpetazo. ¡Indignante!
Por lo visto el que Juan Carlos haya hecho varias regularizaciones fiscales, a prisa y corriendo y ya estando imputado, y que se le siga reconociendo figura inviolable, todo ello ha bastado para que pueda irse de rositas.
Recordemos que hace dos años esa misma Fiscalía del Supremo había abierto investigaciones al emérito por el supuesto cobro de comisiones por la concesión del AVE a la Meca a empresas españolas. Otro asunto que se iba a investigar es el uso de tarjetas de crédito opacas, esas que no dejan rastro de las operaciones financieras, por parte del emérito y otros familiares. Por último, se trataba de averiguar sobre la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a nombre de Juan Carlos de Borbón en el paraíso fiscal de la isla de Jersey.
Ya antes, en diciembre pasado, la justicia suiza había decidido archivar la investigación abierta en 2018 por las comisiones del AVE. A partir de estas comisiones había indicios de blanqueo de capitales por parte de la ex-amante del rey, Corina.
Pues la Fiscalía aquí en España ha decidido que no hay nada que investigar, a pesar de haber claros indicios penales y ha pasado del tema olímpicamente, declarando además que esos delitos ya han prescrito. Esta es la forma de impartir justicia a la que nos tiene acostumbrado el TS en este país. Las redes, sobre todo en Twiter, echan humo estos días por la sorpresa y el malestar que ha causado la noticia. Una frase resume lo sucedido así “si eres Rey puedes delinquir que no pasa nada”