Los trabajadores de Santa Bárbara han llevado adelante una huelga de cerca de dos meses para impedir el cierre de la planta de Sevilla y por la readmisión de los despedidos.
La empresa había anunciado su plan de trasladar el blindado 8×8 a Trubio (Asturias), poniendo en peligro tanto la carga de trabajo como la permanencia de la planta de Alcalá de Guadaíra. Como ejemplo de ello su decisión de despedir a 20 trabajadores de estructuras.
En una pasada reunión en el SERCLA (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía), la empresa ha dado marcha atrás en su plan inicial y ha presentado un plan industrial que aseguraría carga de trabajo, como mínimo, hasta el 2027.
Este plan mantendría el empleo y daría trabajo a la empresa auxiliar. La empresa ha explicado que “potenciará Alcalá de Guadaíra como un centro logístico para todos los programas, incluido el mantenimiento de vehículos de combate de Infantería Piraña III y los blindados Ajax que fabrica para el Ejército británico, uno de sus principales clientes.”
Bien por los trabajadores que han ganado el pulso a la patronal en esta lucha. Una lucha que también ha tenido víctimas, como son los compañeros que ya no están en la planta y han perdido sus empleos.