El 1º de Mayo es oficialmente la fiesta del trabajo. Pero tanto en los medios de comunicación como en el mundo de la política, universitario o intelectual, el trabajo permanece en un semi oculto segundo plano. Una realidad como la del trabajo, que es vital para los seres humanos y determina todo lo demás en la vida, permanece desaparecida de, en su gran mayoría, la política y cuando lo hace, es desde el punto de vista de la patronal y no del trabajador. Se perciben otros problemas antes que problemas vitales como despidos, convenios, condiciones de explotación, accidentes y muertes en el trabajo o conflictos laborales en empresas.
Esta situación de ocultación de una realidad, no es casual. Responde a los intereses de la patronal, los banqueros, grandes accionistas etc. y sus gobiernos, que pretenden hacernos creer que ellos son los necesarios. Por eso que aparezca en la TV los problemas de los trabajadores es una excepción.
El 1º de Mayo tiene esa importancia; es un día en el cual los trabajadores del mundo podemos aparecer con nuestros problemas contra esa clase parasitaria que domina los medios de producción. Hoy en día aparece como un día de fiesta más, donde los jóvenes y sectores de trabajadores han perdido el sentido original de la celebración. Por este motivo es necesario que recuperemos el sentido de clase de este día y los jóvenes aprendan y no olviden que manifestarse el 1º de Mayo era hace sólo unas décadas, (30, 50 o 60 años…) un acto de heroísmo ya que significaba el despido inmediato o la cárcel. Y conviene recordar a esos militantes desconocidos y anónimos que con una determinación heroica afrontaban la represión política y patronal para afirmar el porvenir de una sociedad socialista. Y por esto se convierte en una necesidad aparecer y recuperar públicamente nuestros símbolos y tradiciones, la celebración del día internacional de los trabajadores.
El 1º de Mayo es la primera manifestación internacional de la clase social trabajadora. Es la demostración de su posición dominante en la sociedad, de su fuerza y de su capacidad de resolver los problemas en la sociedad actual. Al acordar un día de lucha y reivindicativo, una celebración del trabajo e internacional, se pone la base para superar los problemas políticos nacionalistas y racistas.
Actualmente la mayoría de la clase trabajadora trabaja en la precariedad, los jóvenes ganan poco y sobreexplotados. El despido, incumpliendo la Carta Social Europea, sigue siendo libre y barato para la patronal. Con las nuevas tecnologías las empresas despiden y precarizan el trabajo. En Telefónica se despiden a miles de trabajadores y el trabajo se subcontrata, y este es solo un ejemplo. La subcontratación divide a la clase obrera en sueldos y derechos. A unos los trata mejor, pero la mayoría está en precario. Encima los salarios van por debajo de los precios con lo cual la patronal consigue beneficios de todos los asalariados de forma extra. Por ello el 1º de mayo tiene que ser un día internacional de lucha de todos y todas las trabajadoras.
La importancia del primero de Mayo en la clase obrera consiste, por tanto, en la manifestación pública de la clase social productora internacional, con los mismos problemas y que lleva implícita la semilla de una sociedad sin clases, una concepción de la vida distinta a la actual dónde domina el dinero y los grandes negocios, que implica una organización de la vida humana enfocada a satisfacer sus necesidades y no a buscar el máximo beneficio.
Por todo ello la lucha de la clase trabajadora tiene el objetivo de acabar con este régimen de explotación que es el capitalismo expropiando los medios de producción y poniéndolos al servicio de la clase trabajadora y de toda la sociedad.