Este texto es la exposición en la charla-debate que, con motivo del 1º de Mayo, se realizó el viernes 27 en la acampada de las compañeras del SAD en la Plaza Nueva, cuando llevaban 30 días exigiendo la municipalización del Servicio de Ayuda a Domicilio.
La historia del movimiento obrero español esta llena de contratiempos, vicisitudes y sobre todo, de luchas, victorias pero también derrotas. Una de ellas fue la guerra civil española (1936-1939) y como consecuencia la dictadura militar del general Franco que con su represión de 40 años dejó al país inmerso en un profundo atraso, tanto económico como intelectual. La represión fue tan brutal y tan alargada en el tiempo que prácticamente acabó con el movimiento obrero y con los elementos revolucionarios que lo incitaban.
En los años 60 comienza el resurgimiento de las luchas obreras que irán en aumento hasta llegar al periodo de la Transición y principios del cambio de régimen parlamentario. Este aumento de presión de la clase obrera con sus luchas, mediante asambleas decisorias (donde los trabajadores votaban a mano alzada sus reivindicaciones y decidían directamente lo que querían), movilizaciones, huelgas, protestas…, hará que la burguesía haga concesiones y en consecuencia producirá un avance en derechos de la clase trabajadora.
Esta tendencia se revertirá a partir de los famosos pactos de la Moncloa, que irá encorsetando las reivindicaciones de los trabajadores poco a poco hasta nuestros días. En este pacto firmado por el PCE y PSOE, aceptado por CCOO y UGT, gobierno y apoyado por la burguesía española, se llegará al acuerdo de que serán los sindicatos con el recién creado estatuto de los trabajadores y las negociaciones colectivas de convenio quienes pacten exclusivamente con la patronal las condiciones laborales de los trabajadores, dejando la figura de la asamblea general como simple órgano consultivo y no decisorio de las reivindicaciones de los trabajadores.
Se bajaron los salarios pues el límite de incremento de salarios se fijó en el 22% (inflación prevista para 1978) y se acordó mantener el aumento de los salarios por debajo del nivel de inflación, lo que supuso un recorte del 7% del nivel de vida de los asalariados. Es decir, los trabajadores perdimos muchas conquistas de la lucha contra el franquismo para recomponer las condiciones de la explotación del trabajo en beneficio de la patronal. Como se suele decir, “de estos polvos, estos lodos”. Los sindicatos mayoritarios, que en su momento fueron el motor de las luchas, se han ido burocratizando hasta llegarse a convertir en una herramienta más de la patronal para controlar a los trabajadores, es decir, han pasado de ser el motor a ser el freno del movimiento obrero. ¿Lógico?
Por otra parte el sistema capitalista se basa en la explotación del trabajo y su único fin es el beneficio económico y no el social del pueblo trabajador. Pero como diría C. Marx en uno de los libros más relevantes del movimiento obrero (el “Manifiesto Comunista”), “la historia de todas las sociedades que ha existido hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases”…“opresores contra oprimidos se enfrentaron siempre y mantuvieron una lucha constante, unas veces velada y otras francamente abierta que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad, o el hundimiento de las clases beligerantes”.
Hoy en día la clase trabajadora sigue rebelándose de los ataques de la patronal y de los organismos del propio Estado, ante los despidos y la precarización laboral o la privatización del sistema público.
El capitalismo actual sigue dividiendo a los trabajadores a través de la subcontratación. En cada sector hay una gran empresa y alrededor cientos de empresas subcontratadas. Cada vez se privatizan más servicios que se subcontratan. Esto supone bajar los salarios y dejar a los trabajadores en precario, así mismo dividen a la clase trabajadora en empresas separadas del mismo dueño, como pasa con el SAD y Florentino Pérez.
Tenemos ejemplos de lucha por doquier; por ejemplo las compañeras del SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio) están luchando por municipalizar este servicio que es un derecho y que se paga con los impuestos de todos los trabajadores y que podría ser gestionada directamente por el propio ayuntamiento de Sevilla pero, sin embargo, es externalizado a una empresa privada para que gane dinero a costa de explotar a sus trabajadoras.
En el sector aeronáutico, sobre todo en las empresas subcontratas de Airbus, no dejan de estallar conflictos con la patronal debido a la precarización en el trabajo, despidos o cierres de factorías (AERNNOVA, ALESTIS, LTK, el cierre de una factoría de AIRBUS en Puerto Real, etc.). También en Cádiz es digno de resaltar la lucha de los compañeros del metal y sus precarias subcontratas, o la huelga de ACERINOX donde los trabajadores llevan más de dos meses secundando el paro.
Nada se escapa a los tentáculos del capitalismo, ni siquiera las empresas públicas estatales como CORREOS, RENFE, AENA, RTVE, o empresas públicas municipales como TUSSAM, LIPASSAM o EMASESA sufren recortes y privatizaciones en sectores de la propia empresa.
Por ejemplo en TUSSAM, Transporte Público de Sevilla, áreas de trabajo como la limpieza profunda de los autobuses, recaudación, puntos de venta e información y algunas líneas de autobuses ya llevan tiempo privatizadas.Otras como limpieza y repostado y talleres van camino de lo mismo. En Limpieza y Repostado ya son mayoría los trabajadores de empresas privadas los que hacen el trabajo y por otro lado, el sistema actual de compra de los autobuses se está haciendo mediante la financiación tipo leasing, lo que conlleva a que parte de los mantenimientos y reparaciones de los autobuses se hagan en los propios concesionarios oficiales, ocasionando lógicamente perdida de carga de trabajo a los propios mecánicos de TUSSAM. Ahora en plena negociación de convenio, las tensiones son cada día mayores, pues los trabajadores ven como pierden poder adquisitivo y toda la negociación va encaminada a aumentar la productividad.
La Sanidad Pública, la Educación Pública o el Sistema de Pensiones que siguen privatizándose poco a poco pese a las protestas y movilizaciones de los trabajadores es otra prueba más de que hay un nexo común en las calamidades que sufre el pueblo trabajador. Este nudo gordiano en la que está estructurada la sociedad capitalista no tiene salida, una sociedad donde el beneficio económico de unos pocos prevalece sobre el bien general de la población es un camino hacia el abismo. Lo vemos actualmente con las guerras y conflictos mundiales (la guerra de Ucrania, el genocidio de Palestina, y otras guerras esparcidas por el globo terráqueo).
Ante este panorama la clase obrera tiene mucho que decir, porque posee ya elementos de triunfo, el número y la capacidad de producción. Pero esto no es suficiente para inclinar la balanza si no estamos organizados en base a un programa obrero que unifique las luchas de los trabajadores que defienda por ejemplo, escala móvil de salarios indexados a los precios, la eliminación del despido libre con la prohibición de los despidos, salarios iguales para el mismo trabajo, de las subcontratas con la empresa matriz, reparto del tiempo de trabajo para todos y todas las trabajadoras, sin bajar los salarios y que tenga un objetivo común, la expropiación de los medios de producción y la gestión directa de los trabajadores.
Los mártires de Chicago pusieron su granito de arena para la construcción de una sociedad igualitaria y sin clases sociales, y como diría aquel viejo y anónimo revolucionario…, la historia del movimiento obrero, va de derrota en derrota, hasta la victoria final.
¡¡¡VIVA EL 1 DE MAYO Y VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!!!