Los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) referidos a 2014 confirman lo que es vox populi: que los sueldos no dejaron de bajar. Por el contrario la jornada laboral subía, o sea, más por menos, como las ofertas de los hipermercados.

Esto es la consecuencia más directa de la reforma laboral de Rajoy de 2012 que ha permitido que en España se destruyan miles de empleos fijos para contratar de forma precaria y temporal; reforma a la que se lanzaron muchas empresas, no ya tanto por la crisis, sino para sacar más beneficios ahorrando costes, ya que la ley se lo permitía. Si un sueldo medio en España en 2012 -antes de la aplicación de la reforma laboral- se situaba en 2.020,13€ tras la aplicación de la reforma bajó a 1.991,84€. Y esto solo para empezar porque tras la reforma vinieron los despidos y una mayor precarización del trabajo, si cabe.

Y es que de esta crisis, no lo olvidemos, hay empresas que se han hecho más fuertes y ricos que han multiplicado sus ya magnas fortunas.