Así que Trump se contagió con el virus. Podría parecer que tendría que hacer frente a consecuencias, dado que su irresponsabilidad puso a tanta gente en riesgo. Pero su hospitalización no cambia nada de la situación que enfrenta la gente trabajadora.
Nos enfrentamos a un virus que ya ha matado al menos a 208.000 personas en este país. Y el comportamiento de Trump ciertamente ha sido despreciable, estafando a la gente para que tiren sus mascarillas, pretendiendo que el virus no era nada de lo que preocuparse cuando él lo sabía. Pero él no es el único responsable de la propagación del virus. Ambos partidos, Demócrata y Republicano, repetidamente recortan los fondos para el servicio de salud pública, para poder derramar más dinero sobre la clase capitalista.
Vivimos en una sociedad con una crisis de empleo, y Trump ciertamente recortó los puestos de trabajo en los hoteles que posee. Su administración recortó los puestos de trabajo del gobierno, los hospitales de veteranos, las oficinas de correos. Pero Trump no inventó el desempleo. No inventó el trabajo a tiempo parcial o temporal. No inventó el trabajo precario. No fue el único que empujó a menos gente a trabajar más por menos dinero. No fue el primero en contratar inmigrantes, mientras presionaba para mantener su estatus de “ilegal”. Sólo usó lo que habían hecho todos los capitalistas antes que él.
Vivimos en una sociedad racista, y Trump fue ciertamente vil en su intento de fomentar actitudes racistas para obtener ganancias políticas. Pero esta sociedad ha sido racista desde su nacimiento en la esclavitud, reforzada por casi todas las administraciones políticas desde entonces. Trump se basó en la injusticia producida por la llamada “guerra contra las drogas”. Pero esa injusticia fue impuesta mucho antes que él por la legislación que tanto demócratas como republicanos patrocinaron.
Vivimos en una sociedad capitalista que está podrida hasta la médula. Se basa en la explotación de la mano de obra, en beneficio de la clase capitalista. Su principal objetivo es acumular beneficios, drenando gran parte de la riqueza que todos los trabajadores crean a través de nuestro trabajo.
Nada de esto ha cambiado porque Trump se contagió del virus, sin importar lo que le pase en los próximos días o semanas.
En esta sociedad capitalista donde el dinero lo compra todo, no hay democracia para la gente trabajadora. Los demócratas y los republicanos, que hoy piden nuestro voto en las elecciones, mañana trabajarán para servir a los intereses de la clase capitalista, como lo hicieron ayer. Estos dos partidos son los responsables de las crisis en las que está atascada la sociedad.
Mucha gente ha renunciado a votar por disgusto, o por rabia o por sentir que no hay diferencia. Con el tiempo, los no votantes se han convertido en la parte más importante de la población, más grande que el número de los que votan a los demócratas, más grande que el número de los que votan a los republicanos.
Algunas personas los acusan de tirar su voto, diciendo que no lo usan.
Pero piense en esto: si usted vota por uno de estos dos grandes partidos, reforzándolos así, y después ellos llevan a cabo políticas perjudiciales para usted, ¿no ha tirado también su voto?
Tanto en Maryland como en Michigan hay partidos en la papeleta electoral que se basan en las necesidades y los intereses de la clase trabajadora. En ambos estados, tomaron el nombre de Partido de la Clase Trabajadora para mostrar que deben su lealtad a la clase trabajadora, a toda la clase trabajadora.
Ambos dicen que la gente trabajadora no está representada en el sistema político actual, que la gente trabajadora necesita su propio partido.
Ambos dicen que los trabajadores obtendrán ese partido sólo si luchan por construirlo. Ambos dicen que los trabajadores tienen que luchar contra todo lo que nos divide, especialmente el racismo.
Las elecciones no pueden cambiar la situación que enfrentamos, ni las elecciones nos permitirán superar las crisis en las que el capitalismo nos ha hundido. Para ello, tenemos que expulsar a la clase capitalista que hoy en día conduce a la sociedad al desastre. Tenemos que luchar para crear nuestra propia sociedad desde la base.
Pero cada voto para el Partido de la Clase Trabajadora plantará una bandera. Será una forma de contar cuántos trabajadores quieren su propio partido, cuántos quieren ver un futuro que su propia clase pueda crear.
Traducido de the-spark.net