Los grandes beneficiados de los fondos europeos para el periodo post COVID, no serán los pequeños autónomos ni las trabajadoras y trabajadores, sino los mercados financieros y las grandes multinacionales.
España es el segundo país de la UE que recibirá más dinero de este fondo (aproximadamente 140.000 millones de euros), de esa cantidad, 77.000 millones de euros se recibirán en forma de transferencias a fondo perdido y el resto como préstamos. Esto no quiere decir que el dinero sea gratuito, para crear este fondo de recuperación, la comisión europea ha decidido por primera vez en su historia emitir títulos de deuda respaldados por toda la Unión Europea (hasta 750.000 millones de euros). Es decir, pedir dinero a los mercados financieros vendiendo bonos y obligaciones a un precio fijo junto al pago de un tipo de interés, y comprometiéndose a devolver esa cantidad, al comprador del bono, en el día de su vencimiento. Esta lluvia de dinero caerá entre 2021 y 2023, el 70% será en los dos primeros años y el resto en el año 2023.La devolución de esta deuda que financiará el fondo empezará a ser efectiva entre 2021-2027, y terminará como muy tarde en 2058.
Para acceder a estas ayudas públicas la comisión europea obliga a presentar a cada gobierno del país receptor unos planes de reformas e inversiones, además de hacer contar al ejecutivo con un componente llamado “freno de emergencia”. Esto significa que, si uno o varios países consideran que hay incumplimientos, podrán elevar el asunto a una cumbre de líderes comunitarios, con lo que la aprobación del pago se paralizará.
Empresas españolas ya se frotan las manos para recibir su parte del botín. La compañía energética ENDESA ha presentado ya al gobierno un total de 110 proyectos, de los que 16.000 millones de euros podrían ser subvencionados con fondos procedentes del plan europeo de recuperación de la pandemia, entre los propósitos de la hidroeléctrica presentados se haya la rehabilitación de edificios, redes inteligentes y planes de “transición energética”. Otro tanto ocurre con IBERDROLA, FERROVIAL o la empresa INDITEX del “magnánimo empresario Amancio Ortega”, que ha solicitado 100 millones de euros de los fondos europeos para reacondicionar una sede en A Coruña y readaptar su tienda online.
Estas sumas multimillonarias de dinero público, que tendrá que pagar la clase trabajadora vía impuestos o tributos, servirá para enriquecer aún más las arcas de estos parásitos de la sociedad (capitalistas y banqueros). Mientras la propiedad de los medios de producción y el sistema financiero sean privados, el beneficio recaerá en unos pocos solamente y no en manos del pueblo trabajador que, como generador de riqueza, es su legítimo dueño.