Desde el 11 de noviembre, los empleados de correos finlandeses están en huelga por la transferencia de varios centenares de ellos a un nuevo estatuto laboral mucho menos favorable. Los salarios bajarían un 30% por término medio. Los miles de huelguistas luchan también por aumentos salariales.

Por solidaridad, los trabajadores de los transportes se pusieron en huelga el lunes 25 de noviembre, paralizando gran parte del país. Los trabajadores de la industria y de los servicios presentaron un pre-aviso de huelga antes del 9 de diciembre. Estos trabajadores también reclaman aumentos salariales y la derogación de una ley de 2016 que impuso horas extraordinarias no pagadas.

Tras años de ataques de la patronal y de los gobiernos a su servicio, los trabajadores finlandeses levantan la cabeza con esta huelga que puede llegar a ser general. ¡En todas partes los mismos ataques, así que en todas partes la misma respuesta, la misma defensa!