La huelga de las y los trabajadores de Aernnova ha sido un ejemplo para toda la clase obrera. La dignidad obrera y la conciencia de clase la han puesto en valor. Han mostrado el único camino que tenemos los trabajadores en contra de la explotación de la patronal. La unión de la plantilla es ya de por sí un logro inmenso. Esa unidad si se extendiera al resto de la clase obrera sería el comienzo del despertar de la conciencia de clase. Como dijo un compañero en una asamblea, los trabajadores no somos principitos, somos obreros que trabajamos para que la patronal gane dinero.

Habría que preguntarse entonces, ¿qué hubiera pasado si la clase trabajadora del sector hubiera respondido unida en contra de los despidos?

Los compañeros y compañeras de Aernnova después de 82 días de huelga han aceptado la última propuesta de la empresa con una disminución del número de los despidos y de un aumento en sus indemnizaciones. Pero lo resaltable es la larga lucha sostenida, en condiciones muy difíciles, oponiéndose a la patronal y los despidos.

Como en todas las crisis capitalistas la ley del dinero manda. La única salida para que el sistema sobreviva es aumentar la explotación obrera para mantener sus beneficios. Para ello la estrategia de la patronal está clara: “ajustar” plantillas, es decir, despedir y destruir puestos de trabajo, para después subcontratar en precario.

Ante la estrategia de la patronal de precarizar el mercado de trabajo aún más, la clase trabajadora debe luchar con su propia estrategia y táctica. Nuestro objetivo: parar los despidos y por lo tanto prohibir los despidos y ERE, declararlos nulos y repartir el trabajo entre todos y todas para eliminar el paro. Y nuestra táctica: unir las luchas obreras y extender y generalizar la solidaridad para conseguir que la mayoría de la sociedad, la clase trabajadora, imponga a la minoría social de los capitalistas los derechos y la justicia perdida.