El Frente Polisario comunicó hace días que se ha roto el alto al fuego firmado con Marruecos en 1991. Un grupo de manifestantes saharauis llevaba tres semanas cortando el paso fronterizo Guerguerat como medida de presión para pedir a la ONU que cumpla con el compromiso de celebrar un referéndum de autodeterminación, resolviendo así uno de los pocos conflictos territoriales que permanecen desde la época colonial. El ejército marroquí respondió con disparos a la protesta, aunque afortunadamente no ha habido que lamentar víctimas, de momento, pues a posteriori decenas de saharauis salieron a las calles pidiendo armas para sumarse a una eventual guerra.
El paso de Guerguerat es una estrecha franja de terreno que une la frontera de Mauritania con los territorios ocupados por Marruecos desde 1975 en la antigua colonia española del Sáhara Occidental, una frontera no reconocida internacionalmente y que forma parte de lo que los saharauis llaman “territorios liberados”.
Hay que recordar la gran responsabilidad de España en esta guerra y en la mala situación del pueblo saharaui, que sobrevive en zona argelina en los campamentos de refugiados levantados hace 45 años en Tindouf, y en los llamados “territorios liberados”. El 31 de febrero de 1976, España se retira del Sáhara y comienza la represión marroquí contra los saharauis, mirando Juan Carlos I y el gobierno español hacia otro lado.
En 1974, bajo la presión de las Naciones Unidas, España acordó organizar un referéndum sobre la autodeterminación en el Sáhara Occidental. Temiendo que los saharauis voten a favor de su independencia, Marruecos solicita la opinión de la Corte Internacional de Justicia (La Haya) con la esperanza de que afirme su soberanía sobre el territorio. Pero el 16 de octubre de 1975, la Corte emitió una opinión contraria. Entonces Marruecos comienza su colonización a través de la Marcha Verde. Estalló la guerra entre el Frente Polisario, Marruecos y Mauritania. España se retiró. Miles de saharauis huyen de los combates y se instalan en campos de refugiados en el sur de Argelia.
Mientras tanto Marruecos ha continuado consolidando su ocupación; la población saharaui que vive en los Territorios Ocupados por Marruecos sufre en la actualidad, sistemáticamente, la represión de sus derechos más elementales. Marruecos construyo el “muro de la vergüenza” (2.720 Km de zona militar de bunkeres, vallas y minas construidos con ayuda de expertos israelíes y de Arabia Saudí) que separa el territorio del Sáhara Occidental de los Campamentos saharauis de Tindouf en Argelia.
Tras él vive la gran mayoría de la población saharaui exigiendo desde hace 45 años justicia y un referéndum para su autodeterminación.
La ONU en 1995 pidió celebrar “sin más demora, un referéndum libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental”; el referéndum no se ha hecho, Marruecos prosigue pisoteando el derecho del pueblo saharaui mientras toda la comunidad internacional lo consiente.