Las trabajadoras de Carrefour en Madrid y Tarragona se están organizando para luchar por sus derechos laborales. La empresa ha decidido abrir domingos y festivos. Ahora además piensan hacerlo 24 horas en centros como el de Ciudad de los Ángeles. Pero lejos de crear empleo, Carrefour reparte a los trabajadores de la ciudad en los distintos establecimientos, haciendo que estos carguen con turnos largos y con desplazamientos. Esto les impide conciliar la vida laboral con la personal.

Aunque muchas trabajadores están dispuestas a plantar batalla, parece ser que otras no se unen a las movilizaciones por la vigilancia y coacción de la patronal, que aunque parezca mentira es el pan nuestro de cada día.

Los empresarios lo saben, son internacionalistas: poco les importa atacar a los trabajadores en Tarragona, Madrid o París. Lo que demuestra, una vez más, que los trabajadores debemos también luchar juntos por lo que nos une: los intereses laborales, y no caer en tontas disputas nacionales que benefician, más o menos directamente, a los de siempre.