El INEM anda siempre con la mosca tras la oreja con los trabajadores que durante el año cogen el desempleo varias veces durante algunos días y después siguen trabajando con el mismo empresario. Pretende investigar al trabajador como posible defraudador y nunca se fijan en el empresario, sobre todo, en el más gordo que tiene la potestad de hacer todo lo que le plazca. Todos sabemos el estado de gracia del que disfrutan todos los grandes empresarios. Por ejemplo, en una obra de la construcción donde los trabajadores están subcontratados, pueden mandar tranquilamente al trabajador a sus casas, durante los días que hagan falta, por distintos motivos: días de lluvia, retraso de materiales, etc. Y esos días al trabajador no se los paga nadie, como no se apunte al desempleo.

Los contratistas, quizás para que no se fijen en ellos, la mayoría de las veces hacen todo lo posible para no facilitarte los papeles del desempleo. Y siempre perdemos los mismos: los trabajadores.