Causa estupor las declaraciones de Soria, Ministro de Energía, cuando aseguró hace unos días que el precio de la electricidad seguirá bajando, incluso más aún que en 2013, ya que entre enero y septiembre lo ha hecho un 4,9%. Añade que hay meses, como septiembre, que se ha pagado más debido al nuevo sistema tarifario; termina diciendo que cualquier atisbo de subida de precios es una 'sensación' motivada por el aumento sufrido entre 2004 y 2011 en un 70%.
Hay que recordar que el sistema empleado vincula hasta un tercio de la factura al mercado de subastas; de esta forma hemos visto como la parte fija de la electricidad ahora es cambiante y oscila en función de la oferta y la demanda de las materias primas en el mercado de valores. Se ha sustituido un precio que estaba establecido y que permitía un acceso a la mayoría de la población, por otro donde prima la oferta y la demanda de los especuladores. El precio a pagar por una familia ya no se sabe de antemano, tal como ha afirmado Soria, es imposible saberlo.
Mientras nos vende su mentira, vemos los efectos de ésta en familias, autónomos y pymes que sufren el cobro de la electricidad convertido en una suerte de impuesto aplicado sin medida, para enriquecer a unos pocos a costa de los trabajadores. Soria llama a esto 'sensación', nosotros lo llamamos robo a la clase trabajadora.