Desde hace un año la empresa se esfuerza por encontrar medidas para parar la lucha de los trabajadores de Coca cola y cerrar definitivamente la fábrica en Fuenlabrada. La empresa hace oídos sordos a la sentencia que declara el ERE nulo y obliga a la readmisión de los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Según ellos y sus metas de hacer todavía más dinero, la readmisión de los trabajadores en Fuenlabrada sería imposible. A final de diciembre, la empresa mandó cartas individuales a los trabajadores para una recolocación en Málaga, La Rinconada, Barcelona, Valencia ... Según la empresa debían incorporarse al trabajo en estos lugares el 9 de enero a las 7 de la mañana, pasando claramente de la sentencia. Pero la empresa no tuvo la respuesta que le hubiera gustado. Los trabajadores no aceptaron estas recolocaciones y organizaron una manifestación en Madrid el 8 de Enero, con el apoyo de CCOO, y a la que acudieron unos miles de manifestantes.
La empresa se puso a buscar otro truco. El 15 de enero, mandó una subcontrata para desmantelar la fábrica con el fin de mostrar la incapacidad de reincorporar a los trabajadores en un centro de producción sin máquinas. Sabiendo que los trabajadores actuarían para impedir esto, la empresa se organizó para que la policía interviniera a las 7 de la mañana bloqueando la calle de la fábrica y permitiendo el desmantelamiento. Tuvo el apoyo del alcalde de Fuenlabrada, del PSOE, y de la Delegación de gobierno, con sus representes del PP, mandando a la policía a la fábrica. Los trabajadores se opusieron a la salida de material y un enfrentamiento con la policía se saldó con un detenido, que fue liberado el mismo día, y 4 heridos. Como lo denunció un huelguista, "el dinero público se utiliza para defender una empresa que no cumple la ley".
Una vez más el Estado y sus representantes muestran su verdadera cara, la de proteger los intereses de los capitalistas ya sea rescatándoles, dándoles ayudas, haciendo leyes en contra de los trabajadores para aumentar su explotación, mandando a la policía contra los trabajadores cuando hace falta...
Sin embargo, la movilización colectiva de estos últimos meses permitió responder a los ataques de Coca Cola.