El Banco de España, fiel servidor de su amo, terminó el 2014 recomendando que no se subieran "de forma generalizada" los sueldos en España porque interrumpiría el proceso de recuperación de la economía. También se suma al carro de los optimistas hablando de que 2014 se cerró con menos desempleo y que los augurios para el 2015 son buenos, con una subida de casi un 2%. Aunque con la boca chica, el BE no ha podido dejar de reconocer que la tasa de contratación ni por asomo se sitúa en buen lugar y que los avances en la negociación colectiva han sido escasos.
El Banco de España sigue empeñado en demostrar que está más preocupado por los intereses de las grandes empresas y la banca privada que de la población que sufre los estragos de la crisis; la misma crisis que todos los bancos centrales han permitido haciendo la vista gorda a los negocios sucios, a la especulación y la usura a la que grandes empresas y bancos nos tienen acostumbrados.