Situación en Francia

печать
Textos de congreso de Lutte Ouvrière - Diciembre de 2024
Diciembre de 2024

La subida de las ideas reaccionarias y el telón de fondo de la crisis política

1. El dato más notable de la situación en Francia es la aceleración de la evolución reaccionaria. En un ambiente de crisis y guerras, las ideas securitarias, nacionalistas y xenófobas se hacen más comunes, y lo demuestran los resultados de Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés, el partido de Le Pen) en las elecciones europeas y legislativas.

2. Tras la decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas, la subida de la extrema derecha viene de la mano con una crisis política. El hemiciclo ha quedado dividido en tres bloques de tamaño comparable, con once grupos parlamentarios. Esto supone un gobierno de coalición, lo cual es una situación corriente en muchos países, pero inaudita en Francia bajo la Vª república, tanto más compleja cuanto que el juego político consiste todavía en aislar al RN que cuenta con 142 diputados si le sumamos los de su aliado Ciotti (escisión de la derecha tradicional).

3. Le costó dos meses a Macron encontrar a un primer ministro capaz de montar una mayoría que integre a los macronistas y logre el visto bueno de Le Pen. De la misión, o sea un contrato a tiempo definido hasta la próxima disolución (como muy pronto, en verano de 2025 cuando se puedan convocar nuevas legislativas), se encarga el político de LR (Los Republicanos, el partido de la derecha tradicional), Michel Barnier. Tardó casi un mes en componer su gobierno.

4. A parte de Retailleau, que ha tomado el puesto mediático de Interior, el equipo no cuenta con pesos pesados, porque los grandes dirigentes de la derecha y los macronistas no se han querido subir al Titanic gubernamental. Todos mantienen su independencia de cara a las próximas elecciones presidenciales. Por eso Attal, Darmanin, Philippe, Wauquiez, Retailleau y Bayrou, que se supone pertenecen a la mayoría, no paran de darse patadas los unos a los otros.

5. ¿Cuánto durará la combinación? En el debate sobre presupuesto, ahora en la Asamblea, ¿quién puede distinguir entre los partidarios y oponentes oficiales al gobierno? Ya conocíamos el respaldo sin participación gubernamental del Partido Comunista al gobierno de Frente Popular de Blum en 1936, que sirvió para atar las manos a la clase obrera y someterla al orden burgués. ¡Hoy día tenemos la participación al gobierno, sin respaldo!

6. Es un juego irresponsable desde el punto de vista de los intereses de la burguesía y su sistema, porque se debilita y desacredita un gobierno mientras que la clase política de ahora no tiene con qué sustituirlo. La burguesía, como clase social individualista, arribista y sin principio más allá de “tras de mí, el diluvio”, selecciona servidores a su imagen y semblanza. Ellos agravan la inestabilidad inseparable del sistema capitalista y son una parte del problema.

Le Pen y Bardella en el umbral del poder

7. En las elecciones europeas, con el 31,5% y hasta el 40% si le sumamos el resultado de Reconquête y demás listas de extrema derecha, RN llegó primero en el 93% de los municipios, y en 457 de las 577 circunscripciones. En las legislativas unas semanas después, obtuvo el voto de casi 10 millones de votantes (frente a sus 4,2 millones en las legislativas de 2022). Sólo con la operación de “frente republicano” entre Nuevo Frente Popular (alianza de izquierdas) y los macronistas impidieron que Bardella llegara a Matignon. Sin embargo, RN está más que nunca en una posición favorable.

8. RN se ha comprometido a no dejar caer al gobierno de Barnier inmediatamente, con lo cual puede influenciar su política. Bajo presión de RN, el gobierno ha anunciado una nueva ley de inmigración – la 19ª en veinte años. Le Pen no teme que Retailleau y los republicanos le quiten peso, porque ya no estamos en 2007 cuando Sarkozy logró robarle votos a la extrema derecha. Ahora RN tiene una base electoral sólida en todas las capas sociales y en todo el país. Para los que quieran una política contra los migrantes y más seguridad, RN es el nuevo voto útil.

9. En paralelo, RN está buscando respetabilidad y credibilidad entre la gran patronal. Sigue revisando su programa y eliminando los puntos que la molestarían. Para demostrar su capacidad de gobernar, redactó una contrapropuesta de presupuesto, con muchas ventajas fiscales y rebajas de cotizaciones para las empresas, y preservando los intereses de los propietarios de grandes empresas y grandes patrimonios. Como buen alumno deseoso de integrarse, participa en todas las instituciones a su alcance.

10. Sin embargo, le queda mucho por hacer si quiere convertirse en el favorito de la burguesía, porque no tiene con ella los mismos vínculos de confianza de la derecha, los macronistas o el Partido Socialista, que están integrados en las redes patronales. Existen desde hace mucho una serie de relaciones familiares, amistosas y profesionales, entre la burguesía y esos políticos, que no con los de RN. Es verdad que algunos patrones como Bolloré, periodistas o comentaristas muy presentes se afanan por reducir la desventaja, introduciendo a los responsables de RN en su medio social, pero no se puede realizar de la noche a la mañana.

11. Al partido RN le cuesta echar raíces en todas las regiones. Echando un vistazo a algunos candidatos con pasado turbio que presentó en las legislativas, se nota que aún no tiene cuadros suficientes en todas partes. Muchos diputados de RN que no proceden de su circunscripción siguen siendo desconocidos entre sus propios votantes y los notables locales, pero esto no parece ser un obstáculo para llegar al poder.

Le Pen aún no está en el poder, pero su programa sí

12. RN orienta ya toda la vida política. En tiempos de inestabilidad política, la demagogia contra los inmigrantes y los musulmanes es un valor refugio de la propaganda. Para aprovecharlo, Barnier puso al senador Retailleau al frente de Interior.

13. En un gobierno de Bardella y Le Pen, Retailleau no estaría fuera de lugar, pues ese ex amigo de Philippe de Villiers (extrema derecha soberanista), católico conformista y afín a los clichés racistas dignos de la Francia colonial, se opone a la supuesta islamización de la sociedad. Es adepto de la “preferencia nacional”, las cuotas migratorias, el endurecimiento de las condiciones de reunificación familiar y la reducción del derecho de suelo; lleva la política de RN, lo cual subraya la ineptitud del “frente republicano” y supuesto dique de contención ante la extrema derecha.

14. Retailleau causó escándalo al afirmar que “el Estado de derecho no es algo intangible ni sagrado”. No era un error de expresión sino un guiño a la franja más reaccionaria, por ejemplo esa pandilla de generales, retirados y activos, que publicaron una carta en la revista Valeurs actuelles en 2021 para expresar su deseo de recuperar el orden y defender “los valores de la nación”, al ser necesario, por la fuerza.

15. Una encuesta realizada en septiembre por el diario Le Parisien revela que un 51% de la población cree que “sólo un poder fuerte” puede recuperar el orden y la seguridad, y el 23% ya no cree en “el sistema de la democracia”. Las legislativas han fortalecido la tendencia, pues muchos votantes tanto de RN como de NFP tienen el amargo sentimiento de que les han robado la victoria. El que el gobierno esté en manos de un hombre cuyo partido sólo haya obtenido el 5% de los votos parece ser una denegación de democracia. A esto se suman los ataques impuestos con el artículo 49.3 de la constitución (que permite imponer una medida haciendo caso omiso del voto parlamentario) realizados en los últimos años, en particular la reforma de las pensiones.

El parlamentarismo burgués ya no es democrático

16. Llevamos años hablando de la crisis de la democracia burguesa francesa en la medida en que la clase política tradicional ha perdido crédito y ya no puede mantener la ilusión, ni imponerse mediante las elecciones. Sin embargo, el fin de la democracia burguesa en realidad se produjo en el momento en que el capitalismo entró en la fase imperialista.

17. La burguesía en ascenso necesitó de parlamentos para decidir colectivamente la organización de su Estado, su papel y las leyes generales favorables a sus negocios. Algunos grandes empresarios, como Eugene Schneider (siderurgia) o el banquero Casimir Perier en el siglo 19, quisieron obrar en el parlamento directamente. Durante décadas, especialmente en Gran Bretaña y en Francia, el voto censitario garantizó que las decisiones se tomarían entre burgueses. Sólo progresivamente y con mucha cautela se amplió el derecho a voto hasta llegar al sufragio universal. Francia se proclama país de los derechos humanos desde la revolución de 1789, pero sólo implementó el sufragio universal en 1944 con el voto femenino – 14 años después de la Turquía de Mustafá Kemal.

18. Hacía tiempo ya que la democracia parlamentaria había perdido su contenido. En cuanto la economía capitalista entró en la fase imperialista, con grandes conglomerados financieros e industriales dominando la vida económica, la gran burguesía impuso sus decisiones a los burgueses de menor importancia sin usar el parlamento, con el personal del gobierno y el Estado a su disposición. Los parlamentos en donde se chocaban los intereses de diversas categorías burguesas, y cuyos votos decidían las grandes cuestiones importantes para la patronal, se convirtieron en cámaras dóciles sometidas a los consejos de administración más potentes. Hablar de denegación de democracia en 2024 es llevar un siglo de retraso.

19. La actuación del Partido Comunista estalinista alimentó la creencia según la cual el parlamento y el voto popular contaban de verdad para cambiar la suerte de los trabajadores. El estruendoso Georges Marchais (secretario del Partido Comunista Francés entre 1972 y 1994), considerado muchas veces más radical y “lucha de clases” que sus sucesores, tuvo el papel más nefasto, porque lo hizo en una época en la que la combatividad y el nivel de organización de los trabajadores abrían más perspectivas.

20. El “Estado de derecho” es el Estado de derecho burgués, en el cual la libertad sólo existe de verdad para los más ricos, y la democracia es la tapadera de la dictadura burguesa. Aun así, la libertad de palabra, la libertad sindical, la libertad de reunión y manifestación que otorga son preciosas para nosotros revolucionarios. Estos derechos existen únicamente en algunos países más ricos, en donde a costa del saqueo colonial e imperialista se ha acumulado riqueza suficiente como para destacar a una fracción de las clases populares y convertirla en aristocracia obrera, ligada a la defensa del orden social existente. No se hizo en un día… A la burguesía de los países ricos le costó casi un siglo para encerrar a los explotados en la jaula de sus instituciones. En Francia, le hicieron falta no menos de cinco repúblicas elevadas sobre muchas masacres de clases populares para desembocar en una fórmula que le garantizara la estabilidad gubernamental e institucional.

21. El que dichos derechos estén grabados en la piedra de los edificios públicos no los hace eternos, pues reflejan un determinado nivel de acumulación de riquezas y una determinada correlación de fuerzas entre la burguesía y la clase obrera. Pierden terreno, y pueden verse cuestionados por la evolución reaccionaria.

La izquierda dividida

22. Mientras RN se forja una imagen de partido fuerte y respetable, la izquierda parece dividida. Tras insultarse abundantemente durante las europeas, el Partido Socialista, la Francia Insumisa, los Ecologistas y el Partido Comunista consiguieron amistarse para formar el Nuevo Frente Popular (NFP). La voluntad de salvaguardar sus sillones de diputados los llevó a hacer las paces durante un momento. Por el mismo motivo acordaron presentar a los macronistas, que eran responsables de todos los ataques anti obreros desde hacía siete años, como aliados en la lucha contra RN.

23. Esta política recibió un apoyo desde Hollande hasta Poutou, puesto que el partido NPA – L’Anticapitaliste (una de las dos mitades del partido de extrema izquierda NPA tras su escisión) desempeñó su papel en la comedia del dique de contención contra el fascismo, al presentar a su ex candidato presidencial bajo la etiqueta NFP. Se habían quemado las naves, y el NPA de Besancenot-Poutou llamó a votar a los candidatos macronistas, entre los cuales Borne y Darmanin (ex ministros de Macron) en la segunda vuelta en nombre del “frente republicano”. Al hacerlo, sumó sus pocas fuerzas a la izquierda gubernamental y a las direcciones de las confederaciones sindicales, empezando por CGT, para engañar a los trabajadores sobre quién es su verdadero enemigo.

24. La luna de miel de toda esa gente sólo duró el tiempo de las elecciones. Las divisiones volvieron a manifestarse cuando se trató de elegir un posible primer ministro: los anatemas contra la Francia Insumisa, a la que acusaron de salirse del consenso republicano, así como la ruptura entre Melenchon, Ruffin y otros ex compañeros suyos, terminaron de borrar toda esperanza de una vuelta al gobierno de la unión de izquierdas. El NFP es un muerto viviente, a causa de las mismas ambiciones electorales que dividen a los macronistas y la derecha. Melenchon y su partido parecen ser obstáculos ante el ascenso de quienes, dentro del NFP, ambicionan una carrera de ministros y más, tipo Glucksmann o Roussel.

25. Estos últimos han encontrado un tema en el que descalificar a Melenchon: su política para con Israel. Algunos no dudaron en tacarlo de antisemita, tomando parte en la campaña de denigración que servía para echar su partido LFI fuera del “arco” o consenso republicano. Unieron sus voces al concierto reaccionario, y fortalecido la convicción de los trabajadores que rechazan a Melenchon y LFI por prejuicio islamófobo.

26. No obstante los gritos de victoria de Melenchon después de las legislativas, a pesar del intento de montar un gobierno de Lucie Castets y de las rachas de autosatisfacción en cada enmienda ganada por la izquierda, la realidad es que los diputados de NFP no pueden oponerse a la implementación de la política antisocial de Barnier. El juego de farol político nunca ha sido un arma en manos de los trabajadores. El reformismo que esas fuerzas políticas difunden es una lacra y todo trabajador consciente debe combatirlo.

La ofensiva de Barnier y de la burguesía

27. La ofensiva de la burguesía contra la clase obrera la desarrollan a la vez el gobierno con el presupuesto y la gran patronal en las empresas. Por muy débil que sea el equipo de Barnier, tiene una misión: echar todo el peso de la deuda, que no ha parado de crecer hasta alcanzar los 3.200.000 millones de euros, sobre los hombros de la clase obrera.

28. Aunque la deuda les beneficie a los financieros porque es una fuente de ingresos continua y garantizada, el Estado y la gran burguesía necesitan de una forma de equilibrio de las finanzas públicas. No se trata de un supuesto dictado europeo, sino de asegurar los intereses generales de los capitalistas. Si se llega a un determinado nivel de déficit y endeudamiento, la calificación otorgada por las agencias financieras baja y el Estado cae bajo la amenaza especulativa, que causaría importantes pérdidas a los poseedores de títulos de deuda pública francesa, haciendo subir los tipos de interés de los préstamos otorgados al Estado francés.

29. Una crisis de la deuda enriquecería a una fracción de los financieros al estrangular el Estado, a expensas del resto de la burguesía enganchada a las subvenciones públicas. La correlación de fuerzas en el seno de la gran burguesía podría cambiar, el equilibrio tambalearse, al mismo tiempo que el aparato estatal, pilar del orden burgués.

30. Barnier se ve obligado, como cualquier otro gobierno en su posición, a poner orden urgentemente en las finanzas públicas. Uno de sus recursos es subir los impuestos y tasas, una manera rápida y segura de ingresar dinero en las arcas públicas, pidiendo a la burguesía que contribuya de manera simbólica. En el tema de los recortes, va con cepillo más bien que con hacha, por la necesidad de ir paulatinamente a causa de su mayoría variopinta que puede explotar a la primera.

31. El ataque más brutal es el de que se habla menos: en el frente de las empresas, directamente por parte de la gran patronal. Lo más visible ocurre en la industria automovilística con cierres de fundiciones, proveedores y fabricantes de equipos ahogados por la bajada de la facturación: los anuncios de cierres y despidos se multiplican. Los grandes constructores se preparan para anunciar cierres de fábricas históricas. Durante el salón del automóvil de París, el patrón de Stellantis, Carlos Tavares, explicó con tranquilidad que un 10% más de coches chinos vendidos en Europa equivaldría a 1,5 millón de coches europeos menos, o sea siete fábricas eliminadas del mapa.

32. En el sector químico, se han eliminado 1.000 puestos de trabajo desde principios del año 2024 y unos 15.000 pueden desaparecer en los próximos tres años. Los empresarios apenas se disimulan para amenazar con lo peor si el gobierno no les paga los cinco mil millones de euros en concepto de ayuda para reducir la emisión de carbono en los 50 sitios principales en Francia. Se oye decir también que el sector del lujo y el de nuevas tecnologías estarían en el punto muerto – una manera de preparar las mentes para recortes en puestos de trabajo. En este periodo de competencia desenfrenada, a causa de la contracción del mercado solvente y los cambios en la correlación de fuerzas entre los capitalistas estadounidenses, europeos y sus rivales chinos, la burguesía no quiere perder ni un céntimo y se afana por aumentar la explotación, agravar los ritmos de trabajo, degradar las condiciones laborales e invirtiendo en países en los que la mano de obra es más barata.

La clase obrera, ausente en el terreno social y político

33. La gran burguesía sabe que está al borde del abismo y sus ataques pueden provocar una explosión social incontrolable. El problema principal es que la clase obrera no está preparada para esta situación. La mayor parte de los trabajadores son pasivos, resignados, fatalistas incluso. Las pocas luchas son llevadas a cabo al nivel local y cuando los trabajadores están entre la espada y la pared. La última movilización importante fue la contra la jubilación a los 64 años, antes hubo la de los chalecos amarillos: muchos las mencionan como pruebas de que no se puede ganar. Sin embargo, esto ya se vio en el pasado: la combatividad volverá.

34. Lo más grave es que la clase obrera no tiene una dirección política que pueda ayudarse a prepararse. En el Programa de Transición, escrito en 1938, Trotsky denunció “la crisis histórica de la dirección del proletariado”. Acusó a los partidos comunistas y la tercera Internacional de aquel entonces de traicionar los intereses de la clase obrera: “El principal obstáculo en el camino de la transformación de la situación pre-revolucionaria en revolucionaria consiste en el carácter oportunista de la dirección proletaria, su cobardía pequeño-burguesa y la traidora conexión que mantiene con ella en su agonía.” Y prosigue: “La orientación de las masas está determinada, por una parte, por las condiciones objetivas del capitalismo en descomposición, y de otra, por la política de traición de las viejas organizaciones obreras. De estos dos factores el factor decisivo, es, por supuesto, el primero; las leyes de la historia son más poderosas que los aparatos burocráticos. Cualquiera que sea la diversidad de métodos de los social traidores (de la legislación “social” de Blum a las falsificaciones judiciales de Stalin), no lograrán quebrar la voluntad revolucionaria del proletariado.”

35. Las cosas han cambiado. El Partido Comunista, totalmente integrado en el Estado burgués, ya no quiere ser la “dirección del proletariado”. Ya no se refiere a la clase obrera y su lucha por derrocar a la burguesía. Ya no tiene que contorsionarse como entre los años 1930 y 1980, cuando seguía prometiendo la revolución y el socialismo para encauzar y ahogar los movimientos sociales. El partido LFI y los Ecologistas, por su parte, no tienen otro vínculo con la clase obrera que el electoral. No tienen militantes ni una política para los trabajadores en las empresas. Todos han contribuido a abrirle el camino a RN.

36. El que RN sea el partido más influyente entre la clase obrera electoralmente manifiesta el retroceso político y moral de nuestra clase, pues a excepción de determinados barrios populares de grandes urbes como París y Lyon, el RN es mayoritario entre los obreros, en el campo, en muchas ciudades pequeñas y medianas, y en las antiguas regiones industriales como el Norte. A falta de luchas colectivas, esta situación puede prolongarse. Mientras los trabajadores no encontremos la fuerza de enfrentarnos con la burguesía y sus lacayos políticos, muchos entre nosotros irán detrás de demagogos que proponen restar derechos a otros trabajadores, a los desempleados y los extranjeros, y se dejarán engañar por la preferencia nacional.

37. Esas ideas reaccionarias y nacionalistas se ven fortalecidas por la izquierda institucional, el Partido Comunista, LFI, los Ecologistas así como las confederaciones sindicales que nos explican que es preciso garantizar la soberanía nacional, romper con los tratados de libre comercio y levantar barreras proteccionistas frente a la competencia internacional; son ideas radicalmente opuestas a la consciencia de clase, puesto que la única patria de los trabajadores es la clase obrera internacional.

38. Esas ideas pueden contaminar y dividir a los trabajadores, desviarlos de sus verdaderos enemigos y de las luchas por librar, pero la realidad de la lucha de clases está ahí. A diario, los explotados están frente a la burguesía. Mientras la agitación política apasiona a los comentaristas, los trabajadores sufren la explotación y hacen frente, como pueden, en general cada uno por su cuenta, y a veces colectivamente. Luchan frente a la subida de los precios, la dificultad de curarse, y para que los hijos tengan derecho a una educación.

39. Basándonos en esta realidad social tenemos que despertar, atizar y difundir la consciencia de clase, la consciencia de que el mundo está dividido entre explotadores y explotados. La consciencia de que las fronteras de verdad no están entre franceses y extranjeros, entre blancos y negros, entre hombres y mujeres, sino entre quienes poseen los medios de producción y quiénes no. La consciencia de que detrás de los políticos llenos de desprecio y dispuestos a cualquier trapicheo, está la clase capitalista, quien concentra el verdadero poder entre sus manos, y es ella a quién se debe echar abajo. Es preciso desarrollar la consciencia de que la clase trabajadora no es solamente una clase oprimida y víctima de la explotación, sino la única fuerza potencialmente revolucionaria.

La necesidad de construir un partido comunista revolucionario

40. A pesar de la debilidad y escasez de las luchas de la clase obrera, su fuerza es intacta porque su rol fundamental en la producción y el funcionamiento de la sociedad no ha cambiando. La burguesía necesita de los trabajadores y la explotación para reproducir sus capitales. Así lo escribieron Marx y Engels en el Manifiesto comunista: “ante todo, la burguesía engendra a sus propios enterradores”.

41. Las crisis y las vías sin salida provocarán reacciones y harán moverse las consciencias. Los periodos más oscuros a veces dieron la luz a grandes revoluciones, o sea, momentos en los que millones de mujeres y hombres se convierten en combatientes por cambiar su futuro. En momentos así, la clase obrera puede cambiar la faz de la tierra. Y en esos momentos, un partido revolucionario es indispensable, porque sin él las futuras revueltas sociales conllevarán grandes peligros para los trabajadores.

42. El que exista o no una corriente revolucionaria será decisivo cuando los trabajadores, entrados en revolución, estarán a punto de crear su propio poder. También lo es ahora en un periodo de pocas luchas, cuando las ideas revolucionarias están cerca de desaparecer frente a la ideología burguesa y las ideas reaccionarias.

43. Sean cuales sean las dificultades y los trances por venir, por muy pequeños que seamos, representamos una corriente revolucionaria. Nos toca hacerla vivir y crecer, encontrar un camino hacia los trabajadores rebeldes, aunque se callen y estén aislados. Nos toca dar respuestas a los trabajadores de a pie y ayudarlos a organizarse, convencer a los jóvenes que no ven un futuro en la sociedad capitalista. Nos toca ganar para la lucha revolucionaria a quienes se indignan ante el racismo o la opresión de las mujeres. Nos toca convencer a quienes se movilizan en la lucha ecológica: es imposible salvar el planeta sin derrocar a la minoría capitalista que dirige la economía y es el obstáculo principal que impide organizarla de manera racional para que respete a los hombres y la naturaleza.

44. Sólo la clase obrera, que está en el centro del sistema capitalista y no tiene nada que perder salvo sus cadenas, puede llevar la lucha hasta la destrucción total del sistema, es decir la expropiación de los capitalistas. Sólo ella puede impulsar una economía colectiva organizada para satisfacer las necesidades de todos, y sólo ella puede ofrecer una salida a la crisis y la descomposición del capitalismo en todos los ámbitos.

45. Esa perspectiva requiere que los revolucionarios construyan un partido implantado entre la clase trabajadora; un partido que, armado con el inmenso capital político legado por Marx, Lenin, Luxemburgo, Trotsky, mantenga el rumbo en los periodos de subidas revolucionarias y en los peores años de reacción.

16 de octubre de 2024