Finalmente destacaremos las operaciones clandestinas con la CÍA al mando de la llamada Operación Gladio. Este fue el nombre en clave de las operaciones secretas de terrorismo contra las actividades de la izquierda, en Europa principalmente. La resolución del Parlamento Europeo sobre Gladio concluyó que los servicios secretos militares en ciertos estados miembros estaban involucrados en delitos terroristas. Muchos nazis derrotados tras la Segunda Guerra Mundial fueron miembros de Gladio, que aceptaba solamente a «gente segura». La Masacre de Bolonia el 2 de agosto de 1980 se atribuyó a terroristas neofascistas; murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas y fue organizada por ellos. En 1977 con el apoyo de los terroristas ultraderechistas italianos, se lleva a cabo la masacre de Atocha en Madrid en la oficina de abogados laboralistas de CCOO: asesinan a 5 personas. La implicación de Gladio se demostró posteriormente.