Hay que hacer viral la denuncia de este sistema capitalista

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Octubre de 2023

El aumento de la contratación a tiempo parcial, de la uberización, junto con unas cifras de pluriempleo en alza muestran que la última reforma laboral sigue empeorando las condiciones de trabajo. La lacra de los despidos sigue expulsando a miles de trabajadores del mercado laboral. Y también hay que denunciar el robo que llevan a cabo los empresarios eliminando pluses salariales para reducir los salarios a las plantillas de trabajadores. Las condiciones de trabajo cada vez son más precarias en muchas empresas, sobre todo entre los jóvenes que buscan su primer empleo.

Una muestra de ello la hemos visto estas últimas semanas con un vídeo en TikTok que se ha hecho viral por las declaraciones de David, un joven de 22 años, que bajo el pseudónimo de Nano relata cómo es su día a día para mantener a su familia con dos empleos. A la par que critica la actitud de quienes, sin esfuerzo, sobre todo los jóvenes, tienen su vida resuelta. A partir de ahí los medios se han volcado para explotar una historia de superación personal, pero donde el pluriempleo y la precariedad laboral se dan la mano.

David muestra a las claras que el capitalismo no puede ofrecer otra cosa a la juventud, a la población trabajadora, más que sufrimiento y precariedad pero esa denuncia los medios se han encargado de diluirla entre la historia de superación personal y el drama familiar.

¿La Cultura del esfuerzo y su recompensa, o la denuncia del robo social del trabajo?
En la experiencia contada en video David llama la atención sobre la falta de intereses y preocupaciones de la mayoría de los jóvenes que han nacido en una familia con dinero, tienen una paga y no les falta de nada. “Si tú vienes de una buena familia que tiene dinero, te dan tu paga, te compran tus cosas y no te falta de nada…” “… Estoy con dos trabajos, matándome a trabajar. Intentando sacar a mi familia adelante porque es lo que toca.” cuenta David, que tras ser abandonado por su padre biológico tuvo que hacerse cargo de su hermana y de su madre, víctima de maltrato.

David trabaja durante el día como repartidor en Amazon y lo complementa con otro trabajo en turno de cierre en VIPS, de viernes a domingo, hasta la una de la mañana. Su video ha calado entre la población y ha generado más de 12.000 comentarios, con millones de visualizaciones. Ello ha llevado a que la mayoría de cadenas de tv hagan eco de su situación. Han salido al paso famosos, empresarios, actores, con valoraciones y elogios hacia el jóven. “El mensaje que mandas a los que tienen tu edad es fantástico.” han llegado a decir. Pero ¿Dónde aparece la crítica al sistema capitalista que es el que permite que la situación de David se extienda a miles de jóvenes? Ese mensaje no se oye por ninguna parte estos días.

Ante quienes se rinden o no ven una salida, David les dice “lo hemos logrado y tú también puedes, por difícil que parezca”. Viene a decir que sin esfuerzo no se consigue nada. Y su mensaje ha tenido efecto inmediato no solo en las redes, además ha provocado una avalancha de solidaridad. Ha habido gente que le ha ofrecido dinero, un coche e incluso ofertas de trabajo. Es la respuesta de una sociedad que actúa por impulso y los medios amplifican esta situación, no para a analizar las causas reales, la noticia la convierten en un fenómeno mediático que dará para entretener durante un tiempo en prensa y en Internet, hasta que la moda pase.
Este sistema económico no es capaz de ofrecer una salida a los jóvenes como no sea la precariedad, siendo el pluriempleo, el ir de un lado a otro, de contrato en contrato, recibir salarios de miseria y trabajar de sol a sol, el único futuro. Y de eso va la experiencia de David que los medios se encargan de distorsionar; como si las causas de la precariedad fueran tan solo consecuencia de la situación personal de cada uno. Y con ello se quita toda responsabilidad al sistema económico capitalista que envuelve las relaciones sociales, ocultando que detrás está la búsqueda de beneficio de los empresarios, de una burguesía y sus negocios. No hay más responsable de la explotación laboral que el propio funcionamiento del sistema capitalista.

El capitalismo alimenta las desigualdades sociales: acabemos con el capitalismo

David denuncia las desigualdades sociales, al poner el ejemplo de los niños de “papa” que lo tienen todo. Familias cuyos padres han podido acceder a buenos puestos de trabajo, para cuyos hijos, en su mayoría, el esfuerzo es secundario o no lo es en absoluto y que tienen todas sus necesidades cubiertas, y su futuro está prácticamente asegurado.

La sociedad capitalista es una sociedad de clases, que privilegia a los que tienen dinero. Los ricos, formado por una burguesía propietaria de los medios de producción, banqueros, empresarios del IBEX; forman una minoría de la sociedad, el 1% del total, pero acumulan el 23% de la riqueza total del país, mientras que a la mayoría de la población trabajadora les cuesta llegar a fin de mes vendiendo su fuerza de trabajo por un salario.

Es la dictadura de la patronal que decide contratar o no, despedir, sancionar, reprimir, imponer esas condiciones laborales a la mayoría trabajadora. Y David es un ejemplo: trabaja en Amazon, una empresa que explota laboralmente, que persigue y reprime la filiación sindical y que a pesar de haber ganado en los tres primeros meses de este año 2.874 millones de euros de beneficios, paga salarios de miseria.

Hay que hacer viral por tanto la denuncia del robo social del trabajo por parte de la burguesía y sus negocios, un sistema capitalista que funciona por el beneficio del dinero. Hay que denunciar alto y claro que la búsqueda de beneficios está de tras de todos estos ataques a la clase trabajadora en su conjunto y acompañar a esa denuncia con movilizaciones generalizadas de la clase trabajadora.