Desde hace dos semanas, el presidente estadounidense Biden y el ministro británico de Asuntos Exteriores Cameron piden amablemente a Netanyahu que posponga su invasión terrestre de Rafah. Se supone que los 1,5 millones de personas que se refugian allí -atrapadas entre la puerta de Rafah cerrada y el ejército israelí- deben ser enviadas de alguna manera “fuera del camino”…

Por supuesto, estas últimas conversaciones con Netanyahu no se deben a que a Biden y Cameron les importen un bledo los 32.000 gazatíes muertos (hasta ahora) ni los 80.000 heridos, ni la hambruna que amenaza a 1,9 millones de personas. Biden (seguido de unos cuantos cacareos sincronizados de Cameron) sólo quiere una breve “pausa humanitaria”. ¿Va a cortar los suministros militares al ejército israelí (o Cameron)? Por supuesto que no. ¿Quién se imagina algo así?

Si los principales líderes mundiales estuvieran motivados por sentimientos humanitarios, no se habría bombardeado Gaza, ni ningún otro lugar. Y como también mueven los hilos en las guerras civiles de África, tampoco habría hambruna mortal en Sudán.

No, estos dirigentes se limitan a hacer su trabajo: mantener un orden mundial brutal que permite que los beneficios fluyan libremente hacia las arcas de sus respectivas clases capitalistas en el interior y de sus socios en el exterior. Y muchos de estos beneficios tienen su origen en Oriente Próximo…

Sin embargo, eso también significa que los políticos “fiables” deben ser (re)elegidos cada vez que se juega con la “democracia”. Así que tanto Biden como Sunak intentan asegurarse de complacer a todos (bueno, a la mayoría…) de los bandos…

Así que Cameron sugirió que Netanyahu podría (tal vez) estar infringiendo el derecho humanitario internacional, al no hacer accesible suficiente ayuda. Y Sunak no tardó en imitarlo: el miércoles anunció la “exitosa entrega” de un “enorme” paquete de ayuda para alimentar a 275.000 personas. UK-Med, gestiona ahora un hospital de campaña “completo” en Gaza. Y los niños que necesitan atención especializada podrían incluso ser trasladados en avión a Gran Bretaña…

Sin embargo, dejando a un lado su dudoso humanitarismo, Biden y Sunak apoyaron la destrucción de Gaza por parte de Netanyahu y la expulsión de los palestinos de sus hogares con el pretexto de “erradicar a Hamás”. Cuando esta guerra estaba claramente dirigida contra la población de Gaza. Deben pensar que los demás nacimos ayer.

Traducido de WorkersFight.org