El Ministerio de Educación acaba de aprobar por decreto una nueva reforma universitaria, la llamada reforma "3+2". Las carreras universitarias se dividirían en tres años de grado y dos de master, sustituyendo al sistema actual "4+1": cuatro años de grado y un año de master.
Ahora bien, la matrícula cuesta mucho más para un año de master que para un año de grado. Así se encarecerían aún más las carreras, cuyo precio ya se ha disparado en los últimos años, con lo cual más estudiantes, los de medios más populares, tendrán que dejar la carrera por no poder pagar. En toda España, ya eran 42.000 en este caso el año pasado.
Los argumentos del gobierno que hablan de convergencia con los demás países europeos para favorecer la movilidad de los estudiantes no tienen otro objetivo que tapar esta realidad. Al mismo tiempo, se reducen las becas "Erasmus", que precisamente financian la movilidad de los estudiantes que quieren estudiar un tiempo en otro país.
El otro argumento es aún más irrisorio: el gobierno pretende que esta reforma está a favor de los que menos dinero tienen, puesto que con un grado de sólo tres años los estudiantes que necesitan trabajar pueden salir un año antes al mercado laboral. Con más de un 50% de desempleo juvenil, mejor vendría decir que estarán en el paro un año antes.
Los días 25 y 26 de febrero, varios miles de estudiantes y alumnos de los institutos manifestaron en las calles su rechazo a la reforma "3+2". Más aún fueron los que, sin participar en las manifestaciones, ven esta reforma como un ataque más contra la enseñanza pública y estaban por eso en huelga. Después de esa primera movilización estudiantil, se está planteando la convocatoria de una huelga educativa, incluyendo a los profesores y al personal administrativo, el 24 de marzo. Como en todos los sectores, sólo una lucha amplia podrá parar el retroceso social que estamos viviendo, en este caso el retroceso del acceso a la educación.
Como se dijo en las manifestaciones: "¡No pagaremos su deuda! ¡No pagaremos su crisis!" ¡Las movilizaciones tienen que seguir!