Otra medida “anticrisis” que beneficia a las grandes empresas

Εκτύπωση
Julio-Agosto de 2024

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes 25 de Junio la reducción del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del aceite de oliva y de semillas al 0% a partir del 1 de julio. Lo incluye así de manera permanente en el grupo de alimentos de primera necesidad. El Gobierno ya aplicó anteriormente la supresión del (IVA) de los alimentos que ya tenían el tipo reducido del 4% y, además, la bajada del 10% al 5% del IVA de los aceites -incluido el de oliva- y las pastas desde el 1 de enero de 2023.

Pese a todas estas medidas, de estos decretos “anticrisis” puestos en marcha por el Gobierno los precios de los productos no han parado de subir. En cambio para las grandes empresas el que se haya rebajado o incluso suprimido el IVA de algunos productos les ha venido bien.
Según los datos proporcionados por el Observatorio de Márgenes Empresariales entre 2023 y primer trimestre de 2024 las cadenas de supermercados han estado elevando sus beneficios.

Mercadona, Consum, Eroski o Ahorramas han declarado resultados de récord. En marzo de este año Mercadona superaba por primera vez los 1.000 millones de beneficios. Si se mira la diferencia entre las compras de las empresas de distribución y sus ventas, estas han ascendido desde los 3.700 millones de euros a 4.000 millones, es decir un 8% de “margen bruto” de ganancia.

Tomando por separado el ejemplo del aceite de oliva que ahora está exento de IVA, su precio ha alcanzado en los últimos meses cotas desorbitadas. Concretamente su coste se ha triplicado en los últimos tres años llegando a costar el litro de aceite de oliva virgen más de 15 euros. Para mantener sus márgenes de beneficio empresas como Aceites del Sur-Coosur, dueño de La Española han estado elevando el precio del aceite. Esto le ha permitido disparar sus ingresos un 34%. En 2022 logró otro récord de facturación alcanzando los 876 millones de euros, es decir elevó sus beneficios un 55% sobre el año anterior. ¡Y eso que esos años las aceiteras auguraban pérdidas millonarias!

El aumento de los precios de los alimentos de primera necesidad no se ha detenido y ello por una sencilla razón: La industria alimentaria formada por las grandes cadenas de elaboración y distribución, las grandes empresas en suma son las que tienen en sus manos el control de los precios de los productos. Son estas quienes especulan con los precios.

Y esta especulación en los precios la llevan a cabo estas empresas a pesar de que el punto Tres del artículo 1 del Real Decreto-ley 4/2024, de 26 de junio prohíbe la manipulación de los mismos. El ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y por último Consumo, se tiran la pelota unos a otros; el Gobierno no aplica ningún tipo de control a estas empresas para asegurar que cumplan las leyes. En fin nada nuevo.

Los empresarios se forran explotando laboralmente a los trabajadores y pagando salarios de miseria. Muchas familias no pueden hacer frente al gasto de luz, vivienda, alimentación, y como solución este Gobierno “de progreso” vuelve con el engaño de la rebaja del IVA para aliarse con las grandes empresas, con la patronal, para que ganen aún más. ¡Pues expropiando todos esos beneficios empresariales habría para subir los salarios y crear puestos de trabajo!