Un año con oportunidades de lucha para los trabajadores

Εκτύπωση
Enero de 2018

Se acaba el año y tenemos la sensación que este gobierno ha hecho más por los políticos y banqueros que por las clases trabajadoras. Podemos decir a ciencia cierta que durante todo el año Rajoy ha engañado a la población, primero con la pretendida recuperación económica y aumento del empleo, luego ha aprovechado la comparsa del independentismo catalán, para distraer la atención sobre los numerosos escándalos de corrupción, el aprovecharse de las arcas públicas, los servicios públicos, para beneficiar a la banca y a las grandes empresas.

Para los trabajadores no hay nada que pueda parecerse a recuperación, ni más empleo, ni sueldos que le permitan salir de la precariedad, ni quitarse de su cuello la bota del patrón. Al contrario, todo esto se está agudizando desde la llegada del PP al poder. Aunque también hay que decir que no solo ha sido el PP, otros gobiernos aportaron su ‘granito de arena’ y han contribuido a precarizar las condiciones laborales. Han utilizado las mismas políticas para beneficiar a la burguesía, a los banqueros, etc. manipulando a la población con engaños acerca de la marcha de la economía. Es sólo que esta derecha ademas emplea la humillación y el desprecio a los trabajadores, a cara descubierta. Por otro lado da a las empresas todo el margen posible, donde pueden manipular las leyes laborales a su antojo, para que puedan aprovecharse de la fuerza de trabajo disponible hasta sus últimas consecuencias. El resultado es: Todos los beneficios y facilidades a los empresarios, contra la precariedad y falta de derechos de los trabajadores. Mientras los beneficios empresariales han aumentado tres veces más que los salarios este año que se termina.

Hemos visto en estos últimos meses a numerosas empresas plantar EREs, para disminuir su plantilla y forzar así una salida de trabajadores condicionada y la entrada de otros nuevos en peores condiciones. Todos los días se celebran expedientes de regulación en las empresas de este pais pero nada de eso aparece en prensa. En uno de los sectores pilares en Andalucía, la aeronáutica, las empresas son subvencionadas por la propia Junta, generan miles de millones de beneficios aplicando condiciones de trabajo que incumplen las leyes laborales, sindicales y de salud en el trabajo. Sus direcciones están pues más preocupadas por las tasas de beneficios que por los trabajadores a su cargo. Susana Díaz paga subvenciones y mientras fluya el dinero, mira para otro lado, algo que sabe hacer a la perfección cuando los problemas acucian.

En todas partes las condiciones de trabajo han empeorado, ya sean para asalariados o autónomos. Sin embargo estas condiciones de explotación extensiva de la patronal tienen que acabar, debemos empezar a pensar que hemos llegado al límite y que peor no es posible estar; o se está en el paro o trabajando jornadas inacabables por sueldos por debajo de salario mínimo. Y esta situación hay que cambiarla. Esta situación de exigencia de la patronal hay que aprovecharla para plantar cara y luchar por exigir nuestras mejoras. Es el momento en que más presión nos están metiendo y los trabajadores debemos aprovecharlo con una respuesta colectiva, del mundo del trabajo.

Hay que recordarle a la patronal que todo lo que ha conseguido lo hemos producido nosotros. Que sin nosotros nada funciona y que podemos pararlo cuando queramos; no nos puede amenazar con nada peor, pero tenemos mucho que ganar si iniciamos la lucha.