La dirección de TUSSAM con su gerente a la cabeza ha hecho público un video por las distintas redes sociales, explicando las medidas adoptadas por la empresa de transporte público de Sevilla, ante la pandemia del COVID 19.
Para cualquier persona ajena a TUSSAM que vea este video y no haya vivido como los trabajadores de TUSSAM la verdadera situación, le parecerá que todas estas actuaciones de la dirección de la empresa han sido las más correctas y lógicas tratándose de una empresa pública gestionada por el propio Ayuntamiento.
En este video, el director gerente habla de la “necesidad de tomar decisiones difíciles y complejas”, teniendo que aplicar un ERTE de dos semanas a la mayoría de sus 1500 trabajadores/as. Esfuerzos que agradece a la plantilla y que están dando un resultado positivo, pues a la vez que protegen su propia salud, están contribuyendo a detener la pandemia y a mantener la viabilidad y futuro de la empresa.
En el video aparecen también directivos, personal médico y hasta trabajadores, donde se señalan los protocolos de actuación y las medidas tomadas; según ellos el objetivo principal ha sido siempre garantizar la salud y seguridad de la plantilla y de los usuario/as. Reparto de guantes, de líquido hidrogel desinfectante, mascarillas, acceso al bus por la puerta trasera, la prohibición del cobro en metálico, desinfección del puesto de conductor en los puntos de relevos, aforo máximo restringido en las estancias y en el propio bus, atención continuada a trabajadores vulnerables, revisión periódica de autobuses, cerramiento de huecos de mamparas, separación mediante barreras físicas del puesto de conducción y de asientos delanteros, etc.
Nada más lejos de la realidad. La dirección de la empresa ha estado desaparecida en sus casas o encerradas en sus despachos, las medidas que se han ido tomando han llegado tarde y mal y en algunos casos ni siquiera se han tomado. Por ejemplo, habilitar las canceladoras de tarjeta cerca de la puerta central del bus, poner botes dispensadores de hidrogel en la zona de usuarios, desinfección en las terminales de línea en la zona de usuario, avisos y organización del público, saturación del aforo del bus en determinadas horas del día, etc.
Las medidas que se han llegado a tomar han ido siempre a remolque de las exigencias de los trabajadores/as, como la limpieza y desinfección del puesto de conductor, que empezaron a aplicarse un mes después de decretarse el estado de alarma y porque se detectaron dos casos de contagio de coronavirus de conductores. O la separación con barreras físicas del puesto de conductor que se hacía hasta hace unas semanas con papel de billetaje. El líquido de hidrogel que tardó en llegar a TUSSAM más de un mes y medio. Las mascarillas que ha repartido la empresa en el tiempo que llevamos con el virus: ninguna durante el mes de marzo y entre el mes de abril y mayo han sido 12, además de los guantes de látex de la talla L que se acabaron hace tiempo y los pocos que se reparten son pequeños de la talla M. Y, por último, la solución in extremis de los aires acondicionados, donde de la noche a la mañana se “ha solucionado el riesgo de contagio mediante un acuerdo de buenas intenciones”, que dice que la empresa se compromete a revisar los filtros de los AA/CC en un periodo más corto, mantener las ventanillas abiertas y anular las cortinas de viento de las puertas del bus.
Este caso es un ejemplo más de cómo funciona el sistema capitalista, pero este video también refleja a su vez, el miedo que tiene esta clase dirigente a que se descubra su incompetencia y su inutilidad en las empresas que les lleva a falsear la realidad.
Han sido y siguen siendo de nuevo los trabajadores y trabajadoras los que hacen funcionar el transporte público en la ciudad, al igual que los demás trabajadores/as hacen lo propio en sus oficios. La clase trabajadora presente en la sanidad, en la limpieza, en el campo, en la distribución de alimentos, etc. en definitiva, la clase trabajadora contribuye todos los días con su esfuerzo y arriesga su salud, para que la sociedad siga funcionando por el bien de todos.