En un intento por recuperar la legitimidad popular, el régimen argelino organizó el jueves unas elecciones presidenciales.
La movilización masiva de los manifestantes en las calles de las grandes ciudades del país ha puesto en tela de juicio esta mascarada electoral en la que los cinco candidatos propuestos son sólo hombres del régimen militar. Los colegios electorales han sido invadidos, la votación suspendida.
Si bien la televisión oficial ha silenciado este rechazo masivo, el régimen se ve obligado a publicitar una participación que anuncia del 40%: mucho menos de la mitad de los electores han acudido a los colegios electorales.
Ahora proclama que el electo es Abdelmadjid Tebboune, ex primer ministro de Bouteflika. La población ya le ha expresado su desconfianza al negarse mayoritariamente a participar en las elecciones; Los trabajadores, organizándose y movilizándose sobre la base de sus intereses de clase, pueden seguir obstruyendo el sistema… incluso derrocarlo.