En abril, los titulares de las noticias en EE.UU destacan las protestas estudiantiles celebradas en solidaridad con Palestina. Estas protestas comenzaron en la Universidad de Columbia, se transformaron luego en acampadas que estudiantes a lo largo y ancho del globo han ido extendiendo en los campus de sus universidades.
Las acampadas estudiantiles se suman así a las múltiples manifestaciones que se han extendido por toda Europa a favor del pueblo palestino. Mediante esta forma de protesta los estudiantes condenan los ataques de Israel contra el pueblo palestino, exigen el cese del genocidio que se está llevando por delante la vida de miles de personas y fuerzan a estas universidades a romper los acuerdos que mantienen con el Estado de Israel.
En algunas de estas universidades, sobre todo en Estados Unidos, la policía ha actuado con cargas brutales para tratar de desalojar a los estudiantes. Las instituciones estadounidenses conservadoras, entre ellas las de élite, se han dedicado a silenciar, distorsionar y suprimir activamente la cuestión misma de Palestina.
En nuestro país los estudiantes universitarios de varias ciudades han secundado estos actos de solidaridad hacia el pueblo palestino llevando adelante acampadas en otros tantos campus universitarios.
En Madrid los estudiantes de la Complutense mantienen unas 500 tiendas de campaña y exigen al consejo rector que rompa relaciones con Israel. El pasado día 30 desplegaron una pancarta desde un edificio en la Puerta del Sol con el lema ‘Universidades y Gobierno: Ruptura de relaciones ya’.
En Sevilla los estudiantes han organizado acampadas en las universidades Pablo de Olavide y la de Sevilla. El pasado 27 de mayo participaron en una manifestación que partió de la Plaza Nueva, donde tiene la sede el Ayto. de Sevilla para dirigirse hasta la acampada del rectorado de la Universidad de Sevilla.
Al día siguiente, estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla organizados en La Plataforma Estudiantes de la UPO por Palestina han decidido levantar la acampada que mantenía en una zona deportiva del campus tras arrancar un acuerdo con el equipo rector de la UPO. Su acampada se unirá a la que se mantiene en la Universidad de Sevilla.
En un comunicado de prensa de la plataforma ha señalado que ha sacado “el compromiso de la dirección de la UPO a impulsar una cooperación con las universidades palestinas a través de programas de movilidad en el territorio ocupado”; y “añadir una cláusula al acuerdo con entidades privadas como el banco de Santander. Este acuerdo apela al Derecho Internacional y los Derechos Humanos mediante la cooperación de la Universidad con las empresas e instituciones. ¡Veremos!
Estas protestas estudiantiles representan un primer paso que tiene que unirse de forma natural al del mundo del trabajo en su lucha contra la opresión y contra los intereses de los grupos capitalistas que son quienes verdaderamente controlan las guerras y dirigen la represión hacia quienes protestan.
El paso dado por estos estudiantes es digno de elogio, ojala fuera posible que extendiesen la protesta y se generalizase también al mundo del trabajo.