Zapatero salva los negocios de los ricos y hace pagar a los trabajadores

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octubre 2008

El gobierno de Zapatero ha elaborado dos decretos para intervenir en la crisis financiera, después de la cumbre europea en la cual los gobiernos de la UE tomaron la decisión de apoyar a la banca y sus financieros. En los decretos se establece la implantación de un fondo de 150 mil millones de euros, 100 mil en avales de la deuda bancaria y 50 mil para comprar activos. Son medidas de salvación de la bancarrota de la oligarquía financiera española. En uno de los decretos se establece también dar carta blanca al gobierno -unos de los acuerdos tomados en la UE- para comprar bancos en quiebra, tal como lo han hecho ya los británicos y estadounidenses. El acuerdo con Rajoy sobre el tema cierra la unidad nacional en el salvamento y caución de los ricos de este país.

Para cubrir el expediente de oposición, Rajoy había exigido que hubiera un control más riguroso por parte del Banco de España del gasto de estos fondos, para que garantizara que el dinero redundara en "apoyo" a las familias españolas endeudadas y a las pequeñas y medianas empresas. Como se puede entender, esto no es más que propaganda y demagogia ante su electorado. Estos fondos, como la compra de los bancos en quiebra cuando suceda, van a garantizar las fortunas de los grandes banqueros e industriales con su cohorte de directivos, que son los que tendrían que pagar las deudas de las miles de personas que han comprado su vivienda o montado su pequeño negocio a intereses abusivos por la especulación de estos tiburones de la patronal.

Para aquellos que confunden nacionalización o estatización con socialismo habría que decir que para los trabajadores y la población sólo hay una solución acorde con sus intereses, la expropiación de las fortunas, de los beneficios de esta oligarquía que a través de la banca, de la gran industria y de las finanzas llevan años llenándose los bolsillos a costa de la subida de precios de la vivienda, del endeudamiento popular y de los salarios.

Un solo ejemplo basta para demostrar el cinismo y la hipocresía de estos gestores del gran capital. El Presupuesto del Estado Español para 2009 prevé unos ingresos de unos 200 mil millones de euros, el presupuesto de gastos será de unos 205 mil millones. De ellos se gastará el 52% en gastos sociales, pensiones, educación, sanidad etc., unos 104 mil millones. Ahora se muestra claramente el cinismo de estos socialistas que hablan de mantener y ayudar a los más necesitados. Han necesitado cuatro años para subir el salario mínimo de 400 a 600 euros y en unos días se gasta 150 mil millones en salvar a la banca. ¡El gobierno del socialista Zapatero se va a gastar las tres cuartas partes del presupuesto anual en salvar las fortunas de un puñado de especuladores! Con esto Zapatero descubre su faz verdadera, de buen gestor de la crisis de la burguesía y su sistema.

A zapatero se le cae su barniz social

Desde que ganó las elecciones con mayoría relativa, Zapatero ha desarrollado una labor política teñida de cierto barniz progresista, con algunas medidas sociales y populares. Así, ejemplos como el nombramiento de una mujer como Ministra del Ejército, sus posiciones respecto a la Recuperación de la Memoria Histórica, el aborto, su implicación en apoyo de los padres de la niña Mª Luz asesinada por un pederasta y el mantenimiento del diálogo como talante entre las distintas fuerzas sociales, mantienen a Zapatero progresista. Pero ahora ha llegado la crisis, el crac del sistema financiero, el estallido de la burbuja inmobiliaria, el aumento del paro y el comienzo de las regulaciones de empleo y los despidos de empresas. Y ante esta situación está evidenciando un papel de perfecto gestor de los intereses del gran capital.

Por otra parte, Mariano Rajoy como líder de la oposición mantiene una crítica mucho más atemperada y alejada de la estrategia de extrema derecha y de confrontación de la pasada legislatura que no le llevó a la presidencia. Después de meses de acoso por parte del sector más derechista del PP, fue elegido presidente de éste, no sin antes dejar cadáveres políticos en el camino. Sus críticas suaves a Zapatero y su concordancia con muchas de las medidas anticrisis de Zapatero hacen que en lo fundamental se posicionen en el mismo frente. Es el caso del estallido de la burbuja inmobiliaria y el aumento del paro. Las continuas meteduras de pata de Rajoy facilitan aún más esta labor de Zapatero. Las declaraciones sobre los miles inmigrantes que estaban cobrando el paro, mientras los españoles tenían que ir a vendimiar a Francia, lo muestran. El escándalo fue tal que tuvo que desmentir lo que dijo. Su última salida de tono se lo proporcionó un micrófono abierto que grabó su hartazgo por asistir al "coñazo"del desfile patriótico del 12 de octubre. Quedó en ridiculizó como líder de la derecha.

La burbuja inmobiliaria

En la jerga económica se llama burbuja inmobiliaria o financiera a la subida de precios por encima del IPC, alejándose cada vez más del precio real de las mercancías. Es pura especulación de precios que hacen subir artificialmente los capitalistas y financieros que hacen sus ganancias a través del acaparamiento de mercancías, subida de precios. Obtienen así sus beneficios de las diferencias de precios en la compra y venta. Es lo que se llama también economía de casino. A veces la simple apuesta por la subida de precios en una mercancía y la compra de ésta por una demanda cada vez mayor hace que el precio suba de manera increíble. Esta forma especulativa de ganancia es la manifestación corrupta del capitalismo senil. Éste, incapaz de mantener sus beneficios en el terreno productivo por el desequilibrio entre una producción cada vez mayor de mercancías y un mercado cada vez más incapaz de absorber esas mercancías, obtiene sus beneficios especulando con los precios. De ahí el fenómeno de las llamadas burbujas. En definitiva, no es más que el aumento desmedido del precio de una mercancía respecto a su valor real.

La burbuja inmobiliaria española tiene dos causas fundamentales. En primer lugar unos créditos relativamente baratos y con hipotecas a largo plazo. En segundo lugar las recalificaciones de terrenos rústicos e industriales promovidos por los ayuntamientos que obtenían una fuente de financiación, dando lugar a casos de corrupción generalizados. Esta recalificación suponía doblar o triplicar el precio del terreno para construcción. Los pingues beneficios para propietarios, constructoras e inmobiliarias han sido a costa del encarecimiento de un bien social que es la vivienda y el endeudamiento de las familias españolas. En el año 2000 el porcentaje de la renta de las hipotecas era del 66%, en 2006 del 103%. Ahora, según datos oficiales, la deuda hipotecaria llega al 89% del PIB, es decir, más de 838 mil millones de euros. Si ya es alto el endeudamiento de la población, el de las empresas los supera. Más de un billón de euros debían las empresas en febrero de 2007.

Consecuencias del estallido de la burbuja

En 2007 la economía comienza a decrecer. Sobre todo en la construcción. Desde antes del verano de este año la ralentización de la construcción comienza a hacer mella entre los trabajadores de este sector. El paro comienza a aumentar y se empieza a hablar de crisis económica, de estallido de la burbuja inmobiliaria. Desde hace años el ritmo de construcción de viviendas es de los más altos de Europa. Todo acompañado de una expansión del crédito a través de las hipotecas que conceden con relativa facilidad los bancos. Como consecuencia de la expansión de la construcción crece el sector servicios. Los políticos se atreven a decir que van por el pleno empleo. Los sectores de menor salario son cubiertos por inmigrantes. Es el caso del servicio doméstico, cultivos intensivos, parte de la construcción y servicios. La llegada de los inmigrantes permite mantener bajos los salarios en estos sectores y como consecuencia los beneficios de la patronal en estos últimos diez años son fabulosos. Se hacen grandes fortunas, el capital financiero tiene ganancias inmensas, el PIB -lo que se produce en España en un año- sobrepasa el billón de euros. Según cálculos de economistas, como Juan Torres Vela, el 0,0035% de la población española controla el 80% del . Pero sin embargo la participación de los salarios en esta riqueza nacional disminuye, el trabajo temporal y precario no baja del 30%, los jóvenes llegan a vivir hasta los 30 años en casa de sus padres y el "mileurismo" se instala entre los jóvenes profesionales y universitarios. En 2006 se alcanza el 42,25% de la riqueza nacional acumulada en las rentas de capital. Los más de 20 millones de asalariados se reparten el 46,20% del resto. El porcentaje de los salarios sigue disminuyendo y los beneficios del capital aumentando. En septiembre último el paro llega a más del 10,4%, 2,6 millones, según la EPA. El paro en la construcción aumenta vertiginosamente, de septiembre de 2007 al mismo mes de 2008 son más de 204 mil trabajadores que van al paro; sólo en agosto ya eran 103 mil. En poco tiempo, en el espacio de un año, el paro se hace notar en todos los sectores. Después de la construcción vienen los servicios. El 66% de nuestra economía pertenece a los servicios, el 13% a la construcción, el 16% a la industria y el 4,5% a la agricultura.

Esta situación se ve venir y todos los expertos sabían que había terminado la era del boom inmobiliario. Sin embargo Zapatero no reconoció públicamente esta situación. Sabiendo el grave problema mundial no quería infundir pesimismo, desatar el pánico y durante meses ataca a la derecha acusándola de catastrofista. Por su parte Rajoy le echa todas las culpas habidas y por haber de la situación. Forzado por la situación económica e internacional se acepta la crisis, pero expresando que el sistema financiero español es el más seguro del mundo como, el presidente asevera. En la prensa y demás medios se subrayan los artículos de la prensa norteamericana alabando el sistema bancario español. Entonces, ¿porqué se ayuda a la banca con millones de euros, con las ¾ partes del presupuesto del Estado para 2008? Los políticos de la burguesía, sean socialistas o del PP, saben del sistema capitalista está en bancarrota, y como Zapatero, intentan reflotarlo comenzando con infundir confianza. Ya en 2007 el Banco de Santander había vendido todos sus inmuebles, previendo el estallido de la burbuja inmobiliaria, menos su sede central, por valor de más de 4.000 millones de euros. El desplome de Astroc, empresa inmobiliaria, provoca el comienzo del estallido de la burbuja.

En España desde 1998 hasta finales de 2007 la subida de precios de las viviendas crece en más de un 10% anual, llegando a veces al 30%. En 1996 el metro cuadrado de vivienda nueva estaba a 1002 euros, en 2007 en 2905€, según datos de la sociedad de tasación. El parque de viviendas en 2007 era de 25,50 millones por 16,69 millones de familias, donde sólo el 14% está en régimen de alquiler. Se prevé que en este año acabará con 930.000 viviendas construidas sin vender. Las inmobiliarias sólo venden el 40% de lo que construyen.

Hablar, en la situación internacional de bancarrota financiera, de que el sistema bancario español es seguro con estos porcentajes de endeudamiento es un engaño, es irresponsable. Sabiendo además que sólo una parte del dinero de los depósitos está en los bancos - sólo el 2% tiene obligación el banco de tenerlo en caja-. El resto de dinero está negociándose. Si como es natural en el capitalismo estas deudas se han "titulizado", es decir, se han vuelto a vender como títulos a interés de los bancos, las quiebras y el pánico es una realidad bastante posible. Si el paro aumenta, el consumo disminuye, ¿cómo se van a pagar las deudas los millones de trabajadores endeudados, con las viviendas revalorizadas por encima de su valor real? Ahora nos quieren tranquilizar con 150 mil millones de avales y regalos a aquellos que han provocado el problema. En el fondo de todo está la avaricia, los negocios y beneficios de un sistema que roba a la población para enriquecer a la burguesía. El sistema va a la quiebra total. Al final una depresión económica, que nadie niega ya, como la de 1929 nos llevará a más paro, más pobreza, y más miseria.

Las soluciones al problema

Toda la palabrería capitalista del libre mercado se ha hundido. El Estado norteamericano, con Bush a la cabeza, ha corrido en ayuda de la burguesía con más de 1 billón de dólares. La nacionalización de los bancos o de parte de su capital para su salvamento no frena el deterioro de la economía. En Europa ocurre más de lo mismo. Los Estados corren al salvamento de sus burguesías inyectando millones de euros en los mercados financieros. Ya en algunos medios de comunicación se habla del fin del capitalismo salvaje y la vuelta del capitalismo regulado. Históricamente se ha demostrado que el capitalismo vive de los beneficios y de la plusvalía extraída del mundo del trabajo. Este sistema no puede vivir más que así y de la misma manera que la regulación de la esclavitud no acaba con la explotación social, la regulación del capitalismo no acabara con la explotación del hombre por el hombre. Es más, cualquier solución que salve el sistema económico y social sólo traerá en realidad la salvación de la burguesía y sus negocios. Todo el dinero público que va al sistema financiero va a salvar de la quiebra a los causantes de la crisis, manteniendo los beneficios de los grandes bancos y corporaciones. Dar dinero al sistema financiero es alimentar a largo plazo la crisis, que se hará mayor a largo plazo. Vidal-Beneyto titulaba "Bomberos pirómanos" en un artículo en el "El País"a estas soluciones de los Estados a la crisis. Ese dinero lo pagaremos todos con nuestro trabajo. No debemos permitirlo. Hay que investigar las cuentas públicamente, expropiar los grandes bancos y corporaciones, que paguen con las grandes fortunas de la burguesía el robo que realizan. ¿Cuántos puestos de trabajo, viviendas, escuelas, educadores, trabajadores de la salud se podrían crear con 150.000 mil millones de euros? Mientras faltan necesidades sociales Zapatero regala a la banca miles de millones, para salvar su crisis. Las crisis son inherentes al capitalismo. La nacionalización del sistema financiero puede ser una solución acorde con los intereses de la población trabajadora siempre que el Estrado, el gobierno y la sociedad esté en las manos de los trabajadores y no en las de los servidores de la burguesía.

Zapatero y Rajoy son dos caras del mismo sistema económico y social que no dan soluciones a los intereses de la mayoría de la población, son gestores de los poderosos, de los banqueros y de la gran patronal.

27 de octobre 2008