¡Sólo nuestras luchas pueden servir al interés general!

Yazdır
Textos del semanario Lutte Ouvrière - 9 de diciembre de 2024
9 de diciembre de 2024

Tras la caída del gobierno Barnier, Macron busca de nuevo una oveja de cinco patas. No faltan ofertas ni a la izquierda ni a la derecha. Así que es cuestión de días, si no de horas.

Pero para nosotros, los trabajadores, será bis repetita. Incluso si el próximo primer ministro cuenta con el apoyo de una parte de la izquierda, ¿cuál será la principal preocupación del nuevo gobierno? ¿El creciente número de expedientes de regulación de empleo? ¿Los bajos salarios y los precios desorbitados de ciertos productos básicos? ¿El hecho de que miles de niños duerman en la calle? No.

Su principal preocupación será tranquilizar a los mercados financieros. Será reducir el déficit público, lo que significa recortar el gasto público, siempre a costa de la sanidad, la educación y las clases trabajadoras... explicando que es por «interés general».

El «interés general» es la palabra de moda. Macron aboga por «un gobierno de interés general». En la izquierda, el Partido Socialista, los ecologistas y el Partido Comunista de Francia, partidarios de compromisos con los macronistas y la derecha, utilizan el mismo lenguaje. Y por asco a las disputas y ambiciones políticas, algunos trabajadores, pueden dejarse seducir por estas dulces palabras.

Pero a todos estos políticos les importan un pepino los intereses de los trabajadores. Después de todo, ¿no sería de interés general abolir la jubilación a los 64 años y dejar que los viejos, agotados por su trabajo, dejen paso a los jóvenes? ¿acaso no sería gravar las 500 mayores fortunas, que han aumentado en 650.000 millones desde 2017, para llenar las arcas del Estado?

No sería de interés general tomar parte de los miles de millones en dividendos que alimentan a diario la especulación e inyectarlos en los hospitales y el sistema sanitario? ¿No sería prioritario dar prioridad a la educación y a los jóvenes, y hacer todo lo que esté en nuestra mano para frenar el calentamiento global?

¿Y dónde está el interés general cuando Michelin, que obtiene 2.000 millones de beneficios, anuncia el cierre de dos fábricas? ¿Dónde está el interés general cuando la dinastía Mulliez suprime 2.400 empleos en Auchan, mientras cobra mil millones en dividendos de Decathlon?

El interés general exigiría que se prohibiera a estas multinacionales cerrar o despedir y que se les obligara a repartir el trabajo entre todos sin reducción salarial. Que se impidiera que los bancos y los grandes contratistas empujaran a las empresas más pequeñas a la quiebra, como ocurre hoy en día.

El interés general dictaría que los dividendos y las fortunas de unos pocos parásitos queden por detrás de los puestos de trabajo, los salarios y las condiciones de vida de todos los que mantienen la sociedad en funcionamiento.

No se debe esperar que ningún gobierno haga eso. Ni del que va a nombrar Macron, ni de los que se preparan para sustituirle en las próximas elecciones. Porque todos los líderes políticos, incluidos los que se proclaman más antisistema, no tienen ninguna intención de enfrentarse a las grandes empresas y menos aún de expropiarlas si llegan al poder.

Esta falta de perspectivas electorales no debe llevarnos a la resignación, sino a la acción. Si no podemos esperar nada de los políticos, debemos actuar nosotros. Los trabajadores somos capaces de hacerlo porque somos una fuerza social indispensable.

Todo lo que ocurre en la sociedad es fruto de nuestro trabajo colectivo. Cuando Macron presume de lo conseguido durante los Juegos Olímpicos y de las proezas logradas en la reconstrucción de la obra maestra que es Notre-Dame de París, él no tiene nada que ver. Fueron los trabajadores, las decenas de miles de trabajadores, las manitas, quienes lo hicieron posible.

Nada se diseña, construye o transporta sin nosotros. Pues bien, ¡unámonos, organicémonos para hacer valer nuestros intereses como trabajadores y nuestra propia visión del interés general!

Siempre que los trabajadores han luchado en masa, haciendo huelga, manifestándose, ocupando sus lugares de trabajo, es decir, haciéndose temer, se han erigido en protagonistas de la vida política. En esos momentos, conquistaron derechos para todos e hicieron avanzar a la sociedad.

Hoy, ante los despidos masivos y los retrocesos impuestos a los trabajadores, el interés general es encabezar la lucha contra las grandes empresas y sus lacayos gubernamentales.

Nathalie Arthaud

Editorial de los boletines de empresas del 9 de diciembre de 2024