Miles de millones para los capitalistas y sus guerras, la austeridad para los trabajadores

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Textos del semanario Lutte Ouvrière - 25 de marzo de 2024
25 de marzo de 2024

El pasado miércoles, Macron convocó urgentemente a todos sus ministros y principales dirigentes de la mayoría para hablar de cómo reducir el gasto público, en torno a un plato de mariscos en los salones del Elíseo.

El gobierno lleva unas semanas machacando el tema. “El gasto público se ha disparado”, según dicen. Pero ¡no somos los trabajadores quienes se han aprovechado de la generosidad del Estado!

Todos los que no tenemos más que un salario para vivir, quienes hemos perdido un empleo o tenemos que acumular contratos precarios, los jubilados que cobramos una pensión miserable después de toda una vida de trabajo, hemos visto cómo nuestras condiciones de vida se están degradando.

¡Son las grandes empresas las que han vaciado las arcas públicas! Vienen cobrando de todas las maneras posibles ayudas y subvenciones por unos 200.000 millones de euros anuales como mínimo.

Sin embargo, cuando los políticos al servicio de la burguesía declaran que “el Estado debe dejar de regalar dinero”, tal y como acaba de decirlo el ministro de Economía, Bruno Le Maire, en realidad no se trata de reducir los importes que se regala a los ricos y a la gran patronal. El gobierno acaba de decretar una bajada del presupuesto de 10.000 millones de euros este año, y anuncia que 20.000 millones más tendrán que ser ahorrados el año que viene. Bien sabemos lo que suponen esos “ahorros”: ¡más ataques contra las clases populares!

Los trabajadores, los desempleados y hasta los enfermos serán golpeados. Cuando el ministro de Sanidad menciona un cambio en cómo se tratan las enfermedades de larga duración y las condiciones de pago de los transportes sanitarios, se está preparando para reducir el acceso a la sanidad para millones de personas, con unas consecuencias que pueden ser terribles.

Mientras movilizaciones de docentes y padres denuncian la falta de recursos en la pública, la situación en los colegios va a degradarse aún más. Lo mismo en los hospitales y las residencias de mayores, donde la situación ya es catastrófica. Igual en la vivienda y todos los servicios más esenciales para la población.

Mientras vuelven a subir las quiebras de empresas, se amenaza con quitarles a los desempleados parte de sus ingresos, mediante la reducción de los importes o de la duración de la indemnización. El gobierno prepara una gran ofensiva contra las condiciones de vida del conjunto del mundo laboral.

Mientras millones de personas no llegan a fin de mes, la clase capitalista sigue enriqueciéndose como nunca. Las empresas del CAC 40, las más poderosas de este país, acaban de publicar sus beneficios para 2023: más de 150.000 millones, se ha batido el récord por segundo año seguido. No hay austeridad para el mundo de los accionistas y los altos directivos bien pagados, como el de Stellantis, Carlos Tavares, quien cobra 100.000 euros al día. Los capitalistas sacan sus montones de beneficios agravando la explotación, empujando los salarios hacia abajo y echando mano de los miles de millones del erario público.

El gobierno dice que ya no hay con qué pagar a los conductores de ambulancia, para pagar los cuidados, pero sí encuentra miles de millones para la guerra. Macron se vanagloria de haber duplicado el presupuesto militar desde su llegada al poder y pide a los industriales que pasen a una economía de guerra.

Dicho de otro modo: ¡mañana tendremos cañones, misiles, cazas Rafale, pero faltarán médicos ni camas hospitalarias! Más privaciones, más crisis y más guerras, ¡éste es el futuro que nos prometen los dirigentes del mundo capitalista!

Los trabajadores tenemos un arma potente para oponerse a ello: lo hacemos todo en la sociedad, tenemos la fuerza para dirigirla y ofrecerle otro futuro que el capitalismo, con sus crisis y sus guerras.

Nathalie Arthaud

Editorial de los boletines de empresas del 25 de marzo de 2024