Desde hace unos meses, los habitantes de la Cañada Real, un barrio de varias ciudades de la comunidad de Madrid, vienen sufriendo un corte de luz de manera permanente. El grupo Naturgy, responsable del corte de suministro, ha hecho retroceder las condiciones de vida dificultando muchas tareas, cocinar, lavarse o mantener el calor en estos días de intenso frío, entre ellas.
La empresa se escuda en las conexiones clandestinas y en los cultivos de cannabis para condenar a cientos de familias al frío y a todo tipo de dificultades cuyas consecuencias se pueden imaginar en pleno invierno. Lo que hay detrás, sin embargo, es una gran operación inmobiliaria porque en Madrid, como en el año 2000, cada palmo de terreno es objeto de especulación inmobiliaria. Tener como vecinos a los habitantes del barrio de la Cañada Real podría limitar los beneficios que esperan los especuladores. Naturgy utiliza aquí un medio de presión tan odioso como abyecto al servicio de las inmobiliarias con el fin de echar a la gente.