Trump y Putin dispuestos... a repartirse Ucrania entre ellos

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Textos del semanario Lutte Ouvrière - 17 de febrero de 2025
17 de febrero de 2025

Trump ha decidido negociar el futuro de Ucrania con Putin sin los líderes europeos y por encima de Zelensky. Macron, Scholz y compañía lo consideran una afrenta y una auténtica humillación.

Al parecer, Trump ha iniciado conversaciones con el Kremlin, aceptando la amputación del territorio de Ucrania y su no pertenencia a la OTAN. Y le importa un bledo lo que piensen los ucranianos, que son los primeros afectados.

Pero no es eso lo que horroriza a los dirigentes europeos. Lo que les choca es que no se les invite a la mesa. Lo que les choca es que Trump les desprecie y que no tengan derecho a nada en las negociaciones. Pues sí, ¡a veces el cabecilla cierra el pico a sus secuaces.

Con todo, los dirigentes europeos, y en particular Macron, uno de los más belicosos, no renuncian a su parte del pastel. Hoy se han reunido para ofrecer sus servicios a los estadounidenses: estarían dispuestos a enviar tropas francesas y británicas a Ucrania para supervisar la aplicación de un posible acuerdo de paz.  

Trump, Putin, Macron, Scholz... todos están juntos en esto: solo buscan llevarse su tajada. Tienen sus ojos puestos en las fértiles tierras de Ucrania y en las tierras raras. También miran a los miles de millones que se pueden sacar del mercado de la reconstrucción.

Durante tres años, cientos de miles de ucranianos y rusos han resultado heridos, mutilados o muertos. Toda una generación de jóvenes, movilizados o expulsados al exilio, fue sacrificada. El este y el sur de Ucrania quedaron devastados, con ciudades y pueblos convertidos en ciudades fantasma. La destrucción de edificios, puentes, carreteras y otras infraestructuras hizo retroceder años al país. Sus líderes han sumido a rusos y ucranianos en un odio fratricida.

¿Por qué todo esto? Para que las grandes potencias que se disputaban la influencia sobre Ucrania acabaran repartiéndose el país juntas. ¡Para que pudieran volver a un acuerdo que podrían haber firmado al comienzo mismo de la guerra!

Desde que Rusia invadió Ucrania, nos han dicho que hay un bando bueno y un bando malo, un bando democrático y un bando dictatorial, y que debemos cerrar filas detrás de los líderes del mundo libre para defender a un pequeño país y su derecho a disponer de sí mismo. Pero los llamados demócratas de Estados Unidos y Europa no son mejores que el dictador Putin. Cuando se trata de hacer buenos negocios, ¡nunca dudan en derramar sangre!

Después de muchos otros, los ucranianos están experimentando amargamente lo que dijo Anatole France al final de la Primera Guerra Mundial: "¡Crees que mueres por tu país, pero mueres por los industriales!" En este caso, los ucranianos lucharon por los intereses de sus oligarcas, pero también y sobre todo por los intereses de los industriales y financieros occidentales.

Y sería un eufemismo decir que a Estados Unidos le interesaba que esta guerra continuara. Sus trusts se han enriquecido con el suministro de armas y medios de comunicación. Han probado sus equipos militares sin sufrir una sola víctima mortal. Y han debilitado a Rusia imponiéndole una serie de sanciones económicas.

Mejor aún, con estas sanciones han aplastado a sus competidores europeos. Aplastado a los capitalistas de Alemania, cuya economía, volcada hacia el Este, se vio privada del petróleo y el gas rusos. Hoy, Trump puede presumir de tener la energía más barata que Europa y de ganar ampliamente la carrera por la competitividad.

Básicamente, Estados Unidos es el verdadero ganador de esta guerra. Ahora que el ejército ucraniano está en las últimas, pueden pasar a una nueva etapa. Así es como Trump puede disfrazarse de negociador y pacifista.

No hay duda de que tanto ucranianos como rusos quieren la paz. Todos los que se han movilizado y están sufriendo en sus carnes estos combates, así como los que se han exiliado, están ansiosos por que esta carnicería llegue a su fin.

Pero como el reparto del pastel dependerá del avance de las tropas rusas, aún falta mucho para que callen los cañones. Y si finalmente se firma la paz, sólo será una tregua entre dos guerras, hasta que se establezca una nueva correlación de fuerzas.

Ser sacrificados en el altar de la dominación imperialista es el destino de todos los pueblos si dejamos que Trump, Macron y otros líderes imperialistas hablen en nuestro nombre. 

Nathalie Arthaud

Editorial de los boletines de empresas del 17 de febrero de 2025