Los Estados Unidos están desplegando buques de guerra frente a las costas de Venezuela para presionar a Nicolás Maduro, a quien los Estados Unidos han estado tratando de derrocar desde hace meses.
El gobierno estadounidense ha puesto precio a su cabeza, acusándolo de narcoterrorismo.
Mientras en Estados Unidos la pandemia causa estragos y el desempleo se dispara, Trump no tiene nada más urgente que hacer que enfrentarse a Venezuela, un país estrangulado por la caída de los precios del petróleo que se suma a la crisis que ya atravesaba.
Ciertamente no es la guerra contra el narcotrafico lo que motiva a Trump y a los dirigentes de EE. UU. , sino su deseo de desviar la atención de la situación interna.