En Portugal, el gobierno del “socialista" Antonio Costa ha prohibido el derecho de huelga hasta el 2 de abril como parte del estado de emergencia. Al mismo tiempo, las empresas han anunciado despidos y recortes salariales con el pretexto del colapso de la actividad, como Groundforce, que gestiona las operaciones en tierra de los aeropuertos portugueses.
En Portugal, al igual que en Francia e Italia, muchos trabajadores han dejado de trabajar por su cuenta para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos del coronavirus. Están mirando al gobierno. Como en todas partes, la guerra contra el coronavirus no oculta una guerra contra la clase obrera enviada al frente a toda costa para que los capitalistas puedan seguir acumulando beneficios.