En España en 2022 hubo 530.000 despidos, que recibieron una indemnización media de 8.251 euros. ¡Representan la friolera de 1.452 despidos diarios!
La indemnización máxima por despido improcedente en contratos indefinidos en España es de 33 días por año trabajado con un límite de 24 mensualidades. Es el tope que recoge la legislación laboral desde 2012, cuando Rajoy recortó 12 días respecto a los 45 vigentes hasta entonces y que Yolanda Díaz no modificó a pesar de las promesas electorales.
Por mucho que desde el gobierno pretendi-damente “más progresista de la historia”, se intente edulcorar los datos y maquillarlos, en España hay más despidos y peores indemnizaciones. Así, en 2022 hubo 528.413 despidos en España, la cifra más alta desde 2015. Porque si antes el empresariado recurría a la finalización de contrato para acabar una relación laboral, ahora directamente despide para ajustar plantillas y tener trabajadores a la carta. Y no solo esto, sino que la media de indemnización por despido cayo a un mínimo de 8.251 euros. Diga lo que diga Yolanda Díaz, despedir se despide mucho más que antes de la reforma: en 2019, hubo 174.039 despidos de trabajadores con más de dos años de antigüedad, casi la misma cifra que en 2022 (171.193).
Son los sectores más precarios los que concentran más despidos y como suele ocurrir, mujeres y jóvenes, se llevan la peor parte. Por ejemplo, los jóvenes trabajadores de 16 a 24 años son el 5,6% del total, pero sufren el 9,2% de los despidos; y los de 25 a 34 años son el 18,8% de los ocupados, pero acumulan el 22,5% de los despidos.
¿A quien puede extrañar, entonces, que el 27,8% de la población española se encuentre en condiciones de pobreza?
En el tema de los despidos, los sindicatos mayoritarios habían reclamado al Tribunal Europeo de Derechos Sociales considerando que era demasiado barato despedir improcedentemente en España; desde CCOO, por ejemplo, decían “Las indemnizaciones son tan insuficientes que realmente se puede despedir sin causa y de forma arbitraria” … Por ello aludían al artículo 24 de la Carta Social Europea, que reconoce el derecho a no ser despedido y el derecho a no ser despedido sin una razón válida. ¡Papel mojado, a las claras está, aunque se dé la razón a los sindicatos!
Papel mojado porque ninguna legislación ni ningún gobernante va a contravenir las presiones de la patronal para que los trabajadores paguen las crisis en los malos tiempos y ellos puedan seguir con sus beneficios. La única legislación realmente válida será la que impongan los trabajadores cuándo se organicen y recuperen la confianza en las fuerzas que verdaderamente representan -que son inmensas-. ¡Porque si los trabajadores se paran, se para el mundo!