Ante la falta de trabajadores autóctonos en el sector servicios, éste demanda agilizar trámites para contratar inmigrantes en origen. La nueva Ley de Extranjería que va a poner en marcha el Gobierno va en esa dirección. La prioridad es salvar la hostelería que este año estima cifras récord de turistas. La patronal se llenará los bolsillos, no será así para los trabajadores.
El Gobierno quiere atraer trabajadores inmigrantes sobre todo al sector hostelero. Con la inminente entrada del periodo estival, Gobierno y patronal coinciden en que escasean trabajadores autóctonos en el sector servicios. Los empresarios se quejan que en la construcción, la hostelería o la agricultura, faltan trabajadores. Argumentan que es muy difícil encontrar trabajadores cualificados en suelo español y piden mayor agilidad para contratar extranjeros.
La verdadera razón por la que hay trabajadores que rechazan estos trabajos es porque los empresarios ofrecen condiciones de trabajo precarias, bajos salarios, con alta temporalidad, en las que se unen largas jornadas de trabajo.
De todos es sabido las condiciones laborales de explotación que padecen los jornaler@s del campo o los camarer@s en la hostelería, por ejemplo. Estos sectores siguen siendo aprovechados por los empresarios para exprimir a los trabajadores y más aún a quienes no tienen otra opción y que por ello aceptan estas condiciones. Ha mostrado en otras ocasiones las pésimas condiciones que sufren los inmigrantes y los trabajadores en general allí.
Los cambios de la nueva Ley de Extranjería favorecen al empresario
Hasta ahora los empresarios no podían contratar en origen a discreción, debido a que la ley exige superar la Situación Nacional de Empleo, ya que existe una prioridad a ocupar puestos de trabajo por personas que ya se encuentren en España de forma legal o por españoles. También se va a revisar el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, que se elabora de forma trimestral.
La calificación de una ocupación como de difícil cobertura implica la posibilidad de tramitar la autorización inicial de residencia temporal y trabajo por cuenta ajena dirigida al extranjero. El actual borrador de la Ley ya establece la posibilidad de que sea el propio empleador el que justifique la dificultad de cubrir los puestos de trabajo que él oferta ante la propia Oficina de Extranjería. Hasta ahora esto no era posible hacerlo.
Vemos que de entrada estos cambios van a facilitar al empresario el trámite para conseguir mano de obra extranjera con una menor intervención de la administración. De entrada, el borrador de la ley da algunas pistas sobre los cambios propuestos, sobre todo en lo referente al arraigo, a los permisos de residencia y permisos de trabajo. Pero no aclara para nada qué tipo de control llevará a cabo la administración para garantizar condiciones laborales dignas por parte de los empresarios.
Lo que vemos a nuestro alrededor es un mercado laboral que explota continuamente mano de obra para favorecer los beneficios de los empresarios. Unas leyes que les protegen a ellos y reprimen las protestas de los trabajadores. No augura nada bueno para los trabajadores inmigrantes.
Con esta reforma el gobierno quiere hacer ver que los inmigrantes salen ganando porque consiguen empleos y con ello, además el Estado logra más cotizantes. La verdad es que busca sobre todo satisfacer al empresario, sin exigirle que modifique las pésimas condiciones laborales que oferta.
Porque no hay trabajadores autóctonos ni de fuera que quieran trabajar en esos sectores en esas condiciones. Los empresarios se aprovechan de la situación de necesidad con que llegan muchos inmigrantes, porque creen que no tienen más opciones y no van a protestar.
¡Los trabajadores no tenemos patria, somos una única clase y como tal debemos estar unida contra los intereses del capital y los empresarios que explotan en todos los tajos!