Se acaba de presentar la candidatura electoral de izquierda “Por Andalucía”, que engloba a Izquierda Unida, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Y ha empezado con mal pie: “Podemos” como partido, queda fuera por haber presentado la candidatura fuera de plazo y tendrán que ir como independientes y con la controversia por el nombre, ya registrado.
Muchos trabajadores piensan que “la unión de la izquierda” es necesaria para mejorar las condiciones de vida de la sociedad y que la división es nefasta. Pero el problema de fondo es: para qué queremos la “unidad”, ¿para tener puestos en el parlamento, ganar elecciones, llegar al gobierno?, o ¿para movilizarnos e impedir los despidos y subir los salarios y mejorar la sanidad pública etc.?
El engaño está en la falsa creencia de que con las elecciones se pueden cambiar los problemas creados por la sociedad capitalista. Nada se ha conseguido en la historia del movimiento obrero sin lucha y movilización en la calle y poco con los gobiernos llamados de “izquierda”. ¿No hemos aprendido nada de los gobiernos de Felipe González, y de este mismo gobierno que ha sido incapaz de eliminar la Reforma Laboral de Rajoy teniendo mayoría parlamentaria?
La contienda electoral para sumar votos expresa una opinión pero nada más, porque los que tienen el poder son las grandes empresas del Ibex 35 y el aparato de Estado. Y esto no va impedir el ascenso de Vox: pensar que así se para a la derecha ya se ha demostrado una falsa ilusión como en Francia.
Lo fundamental, es que los trabajadores retomen su conciencia de clase y comprender que es necesaria una verdadera oposición obrera, un partido obrero, opuesto a toda política que siga beneficiando a la patronal. Esta oposición obrera sí que tiene que estar unida y centrada en lo que realmente interesa: La unidad en las movilizaciones y luchas: ¡gobierne quien gobierne la lucha obrera es la única que te defiende!