El lema “la revolución soy yo” fue enarbolado por cientos de mujeres en Irak después de las declaraciones del líder chiíta Moq Tada Sadr, que se opuso a la presencia conjunta de mujeres y hombres en las protestas contra el poder. Este líder se ha puesto del lado del nuevo Primer Ministro y se opone a la continuación del movimiento. Después de haber enviado sus milicias contra los manifestantes, causando varias muertes, intenta volver a la población contra la participación de las mujeres en el movimiento. Felicidades por el valor de esas mujeres que reaccionaron inmediatamente.