A finales de noviembre los trabajadores de Correos han salido a la calle en una jornada de huelga que va a ser preámbulo de otros días de lucha. Un 80% de la plantilla ha secundado la huelga. Protestan así por la falta de inversiones, la privatización de Correos, la supresión paulatina de oficinas en todo el territorio nacional, las coacciones a los trabajadores y la pérdida de empleo público.
La plantilla de Correos no para de disminuir; de haber llegado a ser unos 75.000 quedan apenas 40.000 trabajadores y estos llevan años soportando bajadas de salarios, desaparición de funciones y puestos con la consiguiente sobrecarga de trabajo para los que quedan. Y hartos ya de la situación, y ante el anuncio del Director de Recursos Humanos de suprimir el actual Convenio Colectivo si no hay acuerdo para firmar el nuevo, antes del 27 de diciembre, los trabajadores se han plantado. Vulnerar así el derecho a la negociación colectiva no es lo único que se hace en Correos; sus trabajadores saben bien las coacciones a las que son sometidos, hasta el punto de penalizar a trabajadores enfermos.
Y todo esto lo hace una empresa como Correos que aunque en 2001 se convirtió en Sociedad Anónima sigue teniendo al 100% capital público. Aproximadamente desde 2008 la política de la Dirección de Correos es ir privatizando servicios, hasta tal punto que incluso ha cedido instalaciones a operadores privados. Evidentemente los operadores privados no van a mantener las oficinas que no sean rentables empresarialmente hablando, dándose ya la circunstancia de que pueblos rurales se han quedado sin reparto de cartas.
Los trabajadores de Correos tienen razón saliendo a la calle; es necesario que la población conozca la situación de esta empresa de capital público, que llevan años queriendo vender al mejor postor. Es una vergüenza que con el desempleo que existe en España, una empresa pública como Correos -que en 2013 declaró grandes beneficios- haya destruido un 20% de puestos de trabajo y la temporalidad de la plantilla supere el 15%.
¡Toda la solidaridad con los trabajadores de Correos! ¡Por un Correos público y de calidad!