La crisis tienen que pagarla los capitalistas. Para salir realmente de la crisis no hay otra solución que salir del sistema capitalista y crear una sociedad igualitaria basada en el trabajo, expropiando los medios de producción de los capitalistas para pasarlos a la sociedad como empresas públicas.
Los beneficios empresariales no dejan de crecer y el ahorro de impuestos hace que España sea un paraíso fiscal para las grandes empresas y los más ricos. La deuda pública se convierte en un negocio para inversores y banqueros que compran los euros sin interés al BCE, para prestarlo a los Estados al 4, 5 o 20% según estén los mercados.
En esta situación de crisis del capitalismo, cuando la actividad económica está bajo mínimos y las fuerzas productivas dejan de crecer, solo es posible hacer dos tipos de políticas económicas y sociales: para los capitalistas -atacando a los trabajadores en su nivel de vida- para aumentar y mantener sus beneficios. O para los trabajadores y esto significa aumentar el nivel de vida de las clases populares, crear puestos de trabajo públicos, aumentar los salarios, controlar y auditar la contabilidad de las empresas, repartir el empleo. Y todo ello expropiando el dinero y las fuentes de los beneficios del capital: la propiedad privada de las grandes empresas y del sistema financiero.