Mientras la lucha contra la jubilación a los 64 años no ha terminado, el gobierno enciende un contrafuego contra la inmigración, para dividir el mundo laboral. Mayotte, el 101º departamento francés del océano Índico, está en el centro de esta campaña anti-inmigrantes.
Darmanin acaba de lanzar la operación policial Wuambushu, que pretende ser espectacular. Ha desplegado 1.800 policías y gendarmes, antidisturbios, grupos de intervención especiales, funcionarios judiciales, y ha creado un centro de detención temporal. El objetivo es desmantelar los barrios de chabolas habitados por inmigrantes ilegales y expulsar a 10.000 de ellos, principalmente a las Comoras.
En otras palabras, en Mayotte, ¡la cacería de pobres está en marcha! Darmanin puede decir lo que quiera, hablar de delincuentes e inventarse terroristas islamistas en potencia, ha ordenado la demolición de lo que es el único refugio de miles de familias pobres, tanto comorenses como maoríes. Son pobres, con o sin papeles, a los que hará detener y tal vez deportar. Son familias pobres a las que separará y destrozará.
En Mayotte, los hospitales, las escuelas y todas las infraestructuras son insuficientes para una población creciente que vive en más de un 70% por debajo del umbral de pobreza. Una parte de la juventud es presa de bandas armadas violentas que viven del chantaje y el robo. Pero el responsable de esta situación insoportable, y en primer lugar de los pobres de Mayotte, de todos los orígenes, es el Estado francés, que no pone los medios para frenar esta pobreza.
Como de costumbre, la derecha y la extrema derecha culpan a la inmigración procedente de las Comoras. ¡Nada más repugnante! Fue Francia quien colonizó las Comoras. Luego, en el momento de su independencia, separó Mayotte del archipiélago con un referéndum concertado. Hace 50 años, los habitantes de las demás islas de las Comoras se convirtieron así en extranjeros, y Francia, con su metrópoli a 8.000 km, mantuvo el poder en Mayotte.
Esta vez, los defensores de la "nación francesa" no pueden utilizar las diferencias de color de piel, religión o cultura para enfrentar a los franceses de Mayotte con los inmigrantes: ¡forman parte del mismo pueblo! Así pues, esta operación no es más que una vil campaña orquestada por un gobierno necesitado de demagogia nacionalista y racista.
La política de Francia en las Comoras es la misma que la política imperialista que ha impuesto en todas sus ex colonias de África y del Magreb.
En todos los continentes, para saquear regiones enteras y explotar su mano de obra, las grandes potencias han cortado los Estados en la carne de los pueblos. Han concentrado así la riqueza y el progreso humano en manos de la burguesía imperialista y han hundido al resto del mundo en un mar de miseria y de conflictos incesantes entre los pueblos. ¡Hay que detener a estos perpetradores de la miseria y la guerra!
Nuestros gobernantes y explotadores nos ponen a competir entre trabajadores, entre mujeres y hombres, entre nacionales e inmigrantes. Les gustaría ver cómo nos destrozamos unos a otros por las migajas que nos dejan. ¡No dejemos que nos dividan para aplastar mejor a nuestras hermanas y hermanos explotados! Muchos trabajadores necesitan desplazarse para ganarse el pan, pues bien, ¡esta reivindicación debe ser la de todos!
Debemos responder a la lucha de clases que libran las grandes empresas con la conciencia de que formamos parte de una sola clase obrera internacional. El Primero de Mayo encarna esta perspectiva porque fue elegido por los trabajadores de los distintos países para ser un día de lucha común.
Este año es también la fecha que los sindicatos han elegido para seguir expresando nuestra oposición a la jubilación a los 64 años. De nosotros depende que el Primero de Mayo de 2023 sea diferente de lo habitual, ¡con desfiles más multitudinarios que de costumbre! Seamos muchos también para afirmar que los trabajadores no tienen patria y que constituyen la misma clase social más allá de las fronteras.
Antes que nosotros, en todos los países, generaciones de trabajadores han ido a la huelga y se han enfrentado a menudo a la represión el Primero de Mayo. Lucharon por las reivindicaciones obreras, pero también contra el capitalismo, su competencia entre los pueblos, sus estragos en el planeta, sus nacionalismos, sus guerras.
Afirmaron que los trabajadores tienen interés en acabar con la explotación y la opresión de los países pobres por los países ricos y que tienen la fuerza para hacerlo. Afirmaron la necesidad de una revolución social a escala internacional. ¡Demostremos que esta perspectiva sigue viva!
Editorial de los boletines de empresas Lucha Obrera del 25 de abril de 2023
Nathalie Arthaud