Para dar sólo un ejemplo: BMW, una de las empresas automovilísticas más ricas del mundo, acaba de anunciar a su plantilla de Oxford Mini que va a recortar un turno de producción porque “los factores externos han creado un entorno volátil y desafiante para nuestro negocio. (…) tenemos que cambiar los turnos”… ¿Tener que hacerlo? Por supuesto que no.
Ya es bastante malo que lleven una década usando trabajadores temporales para construir sus coches. Pero ahora se supone que hasta 500 de estos trabajadores temporales de Staffline van a perder sus puestos de trabajo; y el resto de los trabajadores se supone que van a perder 28 libras esterlinas de sueldo a la semana. Sí, se trata de desempleo o de un recorte salarial, dependiendo de tu estatus, ¡cuando los trabajadores no pueden permitirse ni lo uno ni lo otro!
Sin embargo, las empresas tienen montañas de dinero almacenado y también sus accionistas, además de tener acceso a préstamos que ningún trabajador ordinario tiene. De hecho, ¡pueden encontrar fácilmente el dinero para pagar a todos los trabajadores un aumento!
Por eso, ahora mismo, desde los muelles de Liverpool, hasta los ferrocarriles, el servicio postal y la recogida de basuras, los trabajadores están en huelga para exigir un salario decente. Los trabajadores del automóvil tienen muchas razones para unirse a ellos. Ha llegado el momento, no sólo de conseguir que los salarios aumenten en proporción a las subidas de precios, sino de acabar con las divisiones que se imponen en nuestras filas entre temporales y permanentes y entre los niveles de 1ª, 2ª y 3ª categoría.
Para vencer a la patronal es necesario actuar de forma coordinada y generalizada, sin duda. Pero no puede detenerse ahí, porque lo más probable es que los ataques continúen. La clase obrera tiene que estar organizada y preparada para ello, construyendo su propia organización política que abarque todos los oficios y secciones, algo que las maquinarias sindicales rivales no pueden ni quieren hacer: ¡esta es la tarea de los propios trabajadores! ¡Y hay que hacerla!
Traducción de un extracto de lo publicado en worker’sfight.org