La Corte Suprema británica falló a favor de los conductores de Uber que habían denunciado la plataforma para que se reconocieran sus derechos como empleados. En Francia se dictó una sentencia similar en marzo de 2020.
En todos los países, Uber impone la condición de autónomo a los conductores para eludir las leyes sobre salario mínimo, vacaciones, horas de trabajo, etc. Es un engaño contra el que los conductores de Uber luchan con razón.